Cinco líos en turismo que (el breve) consejero Santi Vila no podrá remediar
El nuevo titular de Empresa y Conocimiento topará con el reventón de la legislatura en octubre antes de poder imponer su modelo
5 julio, 2017 00:00Son los cinco líos en turismo que el nuevo consejero de Empresa y Conocimiento, Santi Vila, no podrá remediar. El conseller del PDeCAT se topará con el reventón de la legislatura en Cataluña en octubre. Ello le deja apenas tres meses para impulsar un sector que copa el 12% del producto interior bruto (PIB) y ocupa a 200.000 personas.
Preguntados por el cambio en Empresa, cuatro figuras de esta industria, Martí Sarrate, presidente de la patronal de agencias de viajes ACAVe; Josep Carreras, presidente de la Asociación Hotelera de Girona y Radial; Mari Paz Alonso, de la agrupación de guías turísticos APIT-Barcelona y Enric Alcàntara, presidente de Apartur, han vertido opinones similares.
"Lo importante es continuar con el trabajo hecho desde la Consejería hasta ahora", han manifestado las cuatro fuentes. No obstante, a Vila se le agotará el tiempo antes de ser capaz de abordar los cinco líos del turismo en la región.
1. Liberalización del sector de las empresas de viajes
La ley de acompañamiento de los presupuestos catalanes liquidó la exclusividad de las agencias de viajes como intermediarios vacacionales.
El Govern obligó a las empresas a inscribirse en la Agencia Catalana de Consumo, aumentó su fianza para operar de un 3% al 5% y acabó con el título de habilitación para estas firmas.
Con Santi Vila en la Consejería parece inviable que se revierta la medida. Por lo pronto, el conseller deberá dialogar con un sector que quedó tocado tras su aprobación. Tiene tres meses para hacerlo.
2. Luchar contra los pisos turísticos ilegales
Los pisos turísticos ilegales son uno de los grandes quebraderos de cabeza del sector turístico regional. Sólo en Barcelona, cuyo ayuntamiento tiene cedidas las competencias de inspección y sanción por convenio, la patronal Apartur calcula que existen 13.555 viviendas vacacionales. Sólo 9.606 de ellas tienen permiso para operar.
El problema, que algunos relacionan con la nueva burbuja de la vivienda de compra y alquiler, se está desplazando a otras ciudades de la conurbación de la Ciudad Condal y a capitales de provincia como Girona. El asunto sigue irresuelto sobre la mesa de la Dirección General de Turismo (DGT), que comanda Octavi Bono, un directivo con amplia experiencia en el sector.
Pese al trabajo inspector de este organismo, la propia DGT calcula que uno de cada tres pisos para turistas en la región se alquilan sin permiso.
3. Aprobar el Reglamento de Turismo de Cataluña
Fue uno de los caballos de batalla del mandato de Baiget. El texto está pensado para unificar las normativas existentes, desarrollar la Ley del Turismo de Cataluña y, de paso, quitar trabas burocráticas al sector.
No obstante, el proyecto de reglamento recibió un alud de alegaciones de diversos sectores, desde el Gremi d'Hotels de Barcelona a la Asamblea de Vecinos por un Turismo Sostenible y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (Favb).
Los puntos más polémicos son el reconocimiento de nuevas tipologías de alojamientos turísticos, como los bed & breakfast, o la falta de control de calidad de los pisos turísticos.
4. Ayudar a regular la llamada 'economía colaborativa'
No es competencia exclusiva de la Consejería de Empresa, pero este departamento sí participa en la comisión interdepartamental que busca regular este sector.
Creado en 2016, el grupo de trabajo debe "revisar la normativa sectorial en áreas como la de los alojamientos turísticos". Asimismo, tiene encargado promover los acuerdos de colaboración con las plataformas digitales, que juegan un papel crucial en el turismo.
El 30 de abril se cerró el proceso participativo de la comisión. Pese a que en abril de 2016 se habló de "un año de tramitación", es altamente dudoso que las cinco consejerías implicadas, incluida la de Vila, presenten un texto consensuado antes de que acabe la legislatura de forma abrupta.
5. Trabajar mercados emisores de calidad
Cataluña sumó la llegada de 6,6 millones de turistas internacionales hasta mayo, un 10,5% más que el mismo periodo del año anterior.
Pese a situarse de nuevo en la senda del récord, no todos los datos son buenos. La región sigue anotando pobres cifras en gasto turístico. El Idescat consigna que los visitantes extranjeros gastaron 948 euros por persona y viaje, una cifra que queda por debajo de la media nacional, que alcanza los 987 euros.
Lo que es más, el dispendio de los veraneantes internacionales apenas creció un 2,8% respecto al ejercicio anterior. El gasto diario medio creció de forma aún más discreta: un 1,1%.
Todos los actores preguntados apuestan por atraer "más turismo de calidad" a Cataluña. Queda por ver si el consejero Santi Vila lo logrará en los poco más de tres meses que durará su mandato.