Colau aguanta el ‘pressing’: los comunes no apoyarán el referéndum ilegal

Del #pressingcup al #pressingcomuns. Las redes sociales son escenario de la fuerte presión que los partidos independentistas ejercen sobre la confluencia de izquierdas que pilota en la sombra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La negativa de los comunes a apoyar un referéndum unilateral impacta en la línea de flotación de un proyecto que no logra ampliar su base social.

Tras conocerse la fecha y pregunta de la votación independentista, tanto el PDeCAT, como ERC y la CUP han puesto la lupa sobre la órbita podemita, representada actualmente por CSQP en el Parlamento catalán y que se ha constituido recientemente en Catalunya en Comú, con Xavier Domènch al frente. Pero son los republicanos, con quienes los comunes compiten ideológica y electoralmente, los que están más preocupados por el rechazo de esta formación de izquierdas a un proceso electoral que consideran sin garantías jurídicas ni aval internacional.

“La presión es fuerte, hemos pasado del #pressingcup al #pressingcomuns. Sabemos que debemos posicionarnos en este tema. Pero siempre hemos dicho lo mismo. De ambigüedad nada: solo apoyaremos un referéndum efectivo, con apoyo internacional y cuyo resultado pueda aplicarse”, explican a Crónica Global fuentes de los comunes.

Se refieren a la campaña que en su día se hizo en contra de los antisistema, a los que se acusaba de pretender frustrar el procés, similar a la que ahora sufren los comunes.

Reunión el próximo sábado

El próximo 17 de junio está previsto que se reúna la coordinadora de Catalunya en Comú para avanzar en ese tema y preparar una postura de cara a una nueva reunión el 8 de julio. La opinión de las bases es decisiva para este nuevo partido, pero la postura de sus dirigentes es muy clara y así la manifestaron el día en que se finiquitó el Pacto Nacional por el Referéndum. “No podemos avalar un proceso sin censo electoral, sin una campaña imparcial, sin saber qué pasará. El anuncio de la pregunta y de la fecha fue muy simbólico, pero todavía no sabemos cómo se va a hacer”, explican estas mismas fuentes, que niegan la equidistancia atribuida por los secesionistas.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; su vicepresidente, Oriol Junqueras; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; y el coordinador del Pacto por el Referéndum, Joan Ignasi Elena

Junqueras, Elena, Puigdemont, Forcadell y Colau, en la reunión del Pacto Nacional por el referéndum

La consejera de Presidencia, Neus Munté, considera "contradictorio" que los podemitas apoyen las movilizaciones a favor del referéndum, pero no lo reconozcan por ser unilateral. Por su parte, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, considera que “no hay neutralidad posible, o estamos a favor de la democracia o estamos a favor de aquellos que la quieren impedir”. Lo dijo con motivo de la declaración de Joan Josep Nuet, miembro de la Mesa del Parlament y de EUiA, ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, tras ser inculpado por permitir la tramitación de iniciativas parlamentarias a favor de la independencia.

La foto de Nuet, acompañado de dirigentes de PDeCAT y ERC, así como del primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, y de Domènech, es precisamente la imagen de unidad de los secesionistas ansían para demostrar que hay un 80% de la población (aritmética parlamentaria) a favor del referéndum.

Pero se trata de una imagen puntual que, a pesar de las presiones y de las divisiones internas que pueda generar ese asunto, los comunes no identifican con el apoyo al referéndum unilateral.

Por su parte, la CUP arrancó la campaña por el sí el viernes por la tarde con alusiones a los comunes. “No es momento de ambigüedades y de tacticismo. No defender el referéndum es ponerse al lado del búnker del PP”, dijo  la portavoz del secretariado nacional de los cupaires, Núria Gibert.