Ajenos a las críticas sobre la politización de TV3, la nueva Convergència mantiene un acérrimo control sobre los contenidos de la televisión catalana. En vísperas de la reprobación anunciada del nuevo director de la cadena, dirigentes de esta formación expresaron el miércoles sus quejas por el espacio dedicado a la intervención del diputado de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, en la retransmisión de la comisión de investigación sobre la llamada operación Cataluña.
A juicio de los convergentes, TV3 dedicó demasiado tiempo a las polémicas diatribas del republicano contra el exministro Jorge Fernández y el exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, eclipsando así al diputado de PDECat, Sergi Miquel. Curiosamente, la actuación de Rufián generó cierto desagrado en ERC.
El 'caso palau'
Se trata de una muestra más del empeño de los convergentes por controlar la televisión pública, el mismo que provocó el relevo de Jaume Peral por Vicent Sanchis. Aunque las razones de esa sustitución nunca estuvieron claras, los partidos de la oposición están convencidos de que fue la cobertura del juicio del caso Palau, donde se destaparon nuevos datos sobre la supuesta financiación ilegal de CDC, la que precipitó el cese de Peral.
Ayer, ese episodio fue recordado durante el debate de la moción de reprobación celebrado en el pleno del Parlamento catalán. Una moción que fue aprobada con los votos de todo el hemiciclo, exceptuando los de Junts pel Sí (PDECat-ERC). Nunca antes un director de TV3 había recibido una reprobación de estas características, tampoco un presidente de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), como también ha sido el caso. De “injerencia” lo calificó el diputado convergente Jordi Cuminal. Un calificativo que, vistas las presiones que ha ejercido la vieja guardia de CDC, liderada por Artur Mas, para colocar a Vicent Sanchis, indignó a los grupos de la oposición.
Tensión dentro de JxSí
Que PDECat y ERC votaran en contra de la reprobación de Sanchis no significa que haya unidad entre los miembros de la coalición. Y aunque hubo un pacto, según el cual, CDC elegía al director de TV3, y ERC al de Catalunya Rádio, las pugnas entre ambas formaciones son constantes. “El entorno de Artur Mas ha comentado en alguna ocasión que, tras la operación Sanchis, ahora toca meter mano en Catalunya Ràdio”, aseguran fuentes del sector audiovisual.
En ERC reconocen que han actuado con cierto amateurismo en este terreno. Ni siquiera han logrado tener la representación que les corresponde por mayoría parlamentaria en la CCMA, pendiente de la renovación de tres miembros. Por el contrario, PDECat domina este ente, que se rige por una ley pactada por CiU y PP en 2012. Desde entonces, los consejeros de la CCMA son elegidos por mayoría simple, mientras que la oposición, profesionales y sindicatos reclaman que vuelvan a ser elegidos por una mayoría cualificada de dos tercios del Parlamento catalán.