El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, en un acto de su partido el pasado fin de semana en Mora (Toledo).

El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, en un acto de su partido el pasado fin de semana en Mora (Toledo).

Política

El PP se descompone a dos meses de las elecciones

Dirigentes 'populares' se enzarzan en recriminaciones y anuncios de marcha, mientras el partido vende logros económicos

15 octubre, 2015 23:27

A 65 días de las elecciones generales, con un panorama incierto en las encuestas, el PP de Mariano Rajoy sigue fiando su estrategia electoral en exhibir las cifras de la recuperación económica y en su apuesta de adelantar los presupuestos. De puertas adentro, en cambio, el partido se desangra en un goteo de recriminaciones cruzadas, dimisiones y tensiones internas de todo tipo. Con los telones de fondo de las críticas de Bruselas a las cuentas del Gobierno, y de los nuevos retos que pueda plantearle el independentismo en Cataluña.

El pistoletazo a las críticas internas lo dio el expresidente del Gobierno y del PP José María Aznar, al día siguiente de las elecciones catalanas. En un duro comunicado, y dirigiéndose directamente a Rajoy, opinó que, con el batacazo del PP el 27S "el electorado te está diciendo que no está contento con cómo están las cosas". "Ya va el quinto aviso y no se puede desoír", añadió, aludiendo a las enteriores europeas, municipales, autonómicas y autonómicas andaluzas.

Aznar advierte sobre C's

Solo una semana después, Aznar insistió, con más detalles. "La clara victoria de Ciudadanos sobre el PP [en las elecciones catalanas] le da la primacía en el centro-derecha y puede tener su importancia en las elecciones generales", advirtió. Desde entonces, las disensiones internas no han hecho más que acelerarse. Especialmente, en los últimos dos días.

Este miércoles, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, se desahogaba en una entrevista a El Mundo. Con dardos a compañeros suyos en el Consejo de Ministros –"uno tiene que saber revisar sus ideas con el tiempo porque, si no, es rehén de su propia arrogancia intelectual", dijo del titular de Exteriores, José Manuel García Margallo– y otros sin personalizar: "hay compañeros míos que se avergüenzan de ser del PP".

"No iré en las listas con este presidente"

La bomba de Montoro cayó el mismo día en que la aznarista Cayetana Álvarez de Toledo cargaba directamente contra Rajoy. "No iré en las listas con este presidente", proclamaba el miércoles n una demoledora carta. Toledo dista mucho de ser una dirigente de peso en el PP actual, y se daba por hecho que Génova ya no contaba con ella para el 20D. Pero sus palabras tienen significación, porque dijo en público lo que piensa parte del entorno popular: que Rajoy ha sido poco enérgico ante el proyecto independentista en Cataluña, y que se ha dejado comer terreno por Ciudadanos.

Aun ha salido a la palestra otro destacado dirigente popular: el ministro de Economía, Luis de Guindos, que ha confirmado que dejará el Ejecutivo tras las elecciones, aunque el PP siga en el Gobierno. Sin olvidar la crisis en el PP del País Vasco, con la dimisión, también este miércoles, de Arantza Quiroga como presidenta, al sentirse desautorizada por Génova por haber propuesto una ponencia junto a EH Bildu.

Bruselas hurga en la herida

Al polvorín interno cabe sumar las críticas de Bruselas. La Comisión Europea ha dinamitado la táctica de Rajoy de adelantar los Presupuestos Generales del Estado de 2016, con la evidente idea de utilizarlos como arma electoral para el 20D. Bruselas ha tildado las cuentas de irreales, y ha pedido en repetidas ocasiones al Gobierno que los modifique, porque no aseguran cumplir con el objetivo de déficit.

Ante este panorama, el PP se refugia en las cifras económicas. Este mismo jueves celebraron un acto en el Congreso para hacer balance de la legislatura, insistiendo en el argumento de que han llevado a España "de la crisis a la recuperación". Y presentaron un vídeo en el que se presentan como los cirujanos salvadores de una España al borde del colapso durante la crisis. Pero aun dentro del triunfalismo, pueden entreverse las disensiones: la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría eludió significativamente referirse a Rajoy, durante la presentación del vídeo.