Política
El CAC pone en su punto de mira a Miguel Ángel Rodríguez por criticar a Mas y a Susanna Griso por permitírselo
El órgano fiscalizador de la Generalidad pide sancionar a Antena 3 con hasta un millón de euros y la retirada de la licencia porque el ex portavoz del Gobierno Aznar dijo en una tertulia: "Mas quiere ser víctima de alguien. Lo que le falta es un fusilamiento. Quiere que le detengan". Reprenden a la moderadora del debate, Susanna Griso, porque solo le dijo: "¡Qué bruto eres!". El CAC considera que fue un ataque contra "la dignidad" de Mas y contra "el derecho al honor del pueblo catalán". La mitad de los consejeros tildan el acuerdo de "despropósito" y niegan que los catalanes sean una "minoría étnica discriminada". Rodríguez responde: "El CAC debe ser destruido".
5 diciembre, 2014 14:04El Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) mantiene su doble rasero a la hora de enjuiciar los ataques que, desde los medios de comunicación, realizan los independentistas y los que reciben.
Hace poco menos de un mes, el órgano fiscalizador de la Generalidad no vio ninguna vulneración del honor de Sociedad Civil Catalana (SCC) por el hecho de que se les tildara de "quintacolumnistas" (esto es, "grupo organizado que en un país en guerra actúa clandestinamente en favor del enemigo") durante una tertulia en TV3. Sin embargo, ha emitido un dictamen en el que cargan duramente contra un tertuliano y la presentadora de un programa de Antena 3 porque este señaló que "Mas quiere ser víctima de alguien. Lo que le falta es un fusilamiento. Quiere que le detengan".
"Quiere ser víctima de alguien. Le falta un fusilamiento. Quiere que le detengan"
Las declaraciones las realizó el ex portavoz del Gobierno durante la primera legislatura de José María Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, durante una tertulia en el programa 'Espejo Público', de Antena 3, el pasado 15 de octubre. Entonces, en relación a la consulta independentista para el 9N que estaba promoviendo el presidente de la Generalidad, Artur Mas, Rodríguez señaló:
"Es la historia del rídiculo, ¿no?. El problema que tiene Mas es que quiere ser víctima de alguien. Y como no le hace ni caso nadie, está desesperado. Lo que le falta es un fusilamiento, entonces estaría estupendo. Digo que él lo que quiere es eso, porque el ridículo que ha hecho ya es muy difícil superarlo. Cualquier político en su caso se iba a su casa. Lo digo de verdad. No se puede estar más tiempo ocupando un puesto de responsabilidad, porque ha hecho el ridículo absoluto. Pero él está todavía ahí, a ver si alguien del Gobierno se equivoca. Él quiere allí a la Guardia Civil, que le detengan".
Al hacer referencia al "fusilamiento", la conductora del programa, Susanna Griso, intervino inmediatamente para señalar: "¡Qué bruto eres!". Posteriormente Rodríguez añadió que "Mas se está inventando el enemigo: que es España. Y cuidado con esto, porque sembrar odio no se sabe nunca dónde termina".
Tras la polémica generada por sus palabras, Rodríguez se defendió: "Han cambiando torticeramente lo que he dicho: no he pedido fusilamiento de Mas, sino que él pide su fusilamiento para salvarse del ridículo".
Pretende "debilitar la autoestima y la dignidad" de Mas
En el acuerdo conocido este jueves, el CAC observa en las palabras de Rodríguez "una situación de violencia en el debate político actual en torno del modelo de organización política de Cataluña y de relaciones con el Estado", así como "una visión utilitaria por parte del presidente [autonómico] de Cataluña de la violencia en la acción política".
Así, el ente autonómico concluye que las declaraciones de Rodríguez "tienen por objeto debilitar la autoestima y la dignidad del presidente [autonómico] de Cataluña y atentan contra su reputación personal", por lo que son manifestaciones que "no estarían amparadas por el derecho a la libertad de expresión".
E insiste en que sus manifestaciones, "por su contenido unido a expresiones de violencia colectiva, como es la confrontación bélica", "tienen un carácter eminentemente vejatorio, injurioso y descalificador".
"Vulneración del derecho al honor del pueblo catalán"
Pero el CAC va más allá, y considera que ha también hubo una "vulneración del derecho al honor del pueblo catalán, como entidad colectiva de personas físicas", en tanto que Mas es presidente de la Generalidad.
El dictamen señala que las declaraciones de Rodríguez "tienen su origen en la banalización de un hecho histórico execrable, como fue el fusilamiento del presidente de Cataluña (Lluís Companys) mediante un juicio sumarísimo", y en "la introducción de elementos de violencia colectiva" en el debate público "susceptibles de generar, por sí mismos, un clima de hostilidad respecto" al "pueblo catalán".
Así, concluye que "la carga de descalificación, menosprecio y violencia que incorpora el mensaje del señor Miguel Ángel Rodríguez fomenta y justifica un discurso contra la entidad colectiva del pueblo catalán, que afecta gravemente la convivencia entre comunidades y que, desde el punto de vista de sus sustrato, es coincidente con el discurso del odio".
Reprende a Susanna Griso
El CAC también carga contra la moderadora de la tertulia, Susanna Griso, por considerar que sus palabras interrumpiendo a Rodríguez ("¡Qué bruto eres!") no introducen "elementos de reflexión ni favorables ni contrarios a las palabras del tertuliano" y no intervino "de forma explícita para reprobarlas".
"Analizada la actuación de la conductora del programa, se puede entender que su pasividad en relación a los comentarios del tertuliano no resulta la más apropiada para un profesional de un medio de comunicación", sentencia.
Pide una sanción de hasta un millón y la retirada de la licencia de Antena 3
Por todo ello, el CAC concluye que las manifestaciones de Rodríguez pueden constituir "una infracción muy grave", según recoge el artículo 57.1 de la Ley General de la Comunicación Audiovisual.
Una infracción que lleva asociadas multas de hasta un millón de euros y la posibilidad de que se le retire la licencia para emitir al medio sancionado.
Tres de los consejeros de CiU y ERC aprueban el acuerdo del CAC
Tres de los consejeros -Roger Loppacher (nombrado a propuesta de CiU), Yvonne Griley y Salvador Alsius (designados tras un acuerdo entre CiU y ERC)- han votado a favor del acuerdo, mientras que otros tres -Carme Figueras (PSC), Eva Parera (CiU-ERC) y Daniel Sierera (PP)- se han opuesto. Por lo que este se ha adoptado gracias al voto de calidad del presidente del CAC, Loppacher.
Los tres consejeros disidentes -Figueras, Parera y Sirera- han emitido un voto particular en el que explican su oposición al acuerdo.
Tres consejeros rechazan que los catalanes sean "minoría étnica discriminada"
En este voto de calidad apelan a la jurisprudencia, que "admite que se refuerza la prevalencia de la libertad de expresión respecto al derecho de honor en contextos de contienda política".
También rechazan que se equipare al pueblo de Cataluña con "una minoría étnica a proteger", como se deduce de los argumentos utilizados en el acuerdo aprobado, al apelar al Convenio Europeo de los Derechos Humanos de 1950, que habla de "etnocentrismo" y de "hostilidad contra las minorías".
En ese sentido, recuerdan que las manifestaciones de Rodríguez "se centran exclusivamente en la figura" de Mas, y destacan que "los catalanes no somos una minoría étnica discriminada por los supuestos que definen el discurso del odio por parte de las diversas instituciones europeas citadas".
Reprochan que se enjuicien "suposiciones de las intenciones del tertuliano"
También reprochan que el acuerdo haga referencia a las declaraciones posteriores de Rodríguez en Twitter, ya que "las redes sociales no forman parte de nuestro [del CAC] ámbito competencial y, por tanto, no pueden ser tenidas en cuenta".
E, igualmente, critican que se enjuicien "suposiciones de las intenciones del tertuliano", como se hace al relacionar sus palabras con el fusilamiento de Companys, la violencia colectiva y la generación de un clima de hostilidad contra el pueblo catalán.
El acuerdo, "un despropósito y un desacierto"
Finalmente, el voto particular advierte de que "no es función del CAC valorar si las 'actitudes' de los profesionales de la comunicación son apropiadas o no lo son".
"La función del CAC es analizar si las emisiones de los prestadores de radio y de televisión cumplen la normativa vigente en materia audiovisual o no lo hacen, y si se ajustan, en el caso de los prestadores públicos, a su libro de estilo, de cumplimiento obligado", añaden, antes de concluir que consideran el acuerdo como "un despropósito y un desacierto".
Rodríguez: "El CAC debe ser destruido"
Una vez conocido el dictamen del CAC, el propio Rodríguez ha respondido con dureza desde una entrada en su blog, en el que carga contra "esos políticos totalitarios catalanes que afirman que su legitimidad está por encima de la ley". "¿Pero quiénes son estos nuevos fascistas o estalinistas que se atreven a amenazar la libertad de expresión y que se creen que su vanidad está por encima de nuestro derecho a reírnos de sus deshonorables actuaciones?", se pregunta.
Rodríguez acusa al CAC de "arrojar expedientes rimbombantes contra quienes no pensamos como la tiranía imperante en una Cataluña yerma de Libertad, estrangulada por el griterío baldío de los independentistas y pisoteada por la corrupción vomitiva de los gobernantes que les nombran y pagan".
Y concluye que "no hay territorio en Europa con menos libertad que Cataluña. Y entre otros organismos que provocan esa asfixia intolerable está el Consejo del Audiovisual de Cataluña, que debe ser destruido".
"Artur Mas pasará a la historia como el político lerdo que dijo antes de morir 'me suicidé para fastidiaros'", añade Rodríguez, antes de insistir: "El CAC debe ser destruido. Lucharé por ello".