Parece que las negociaciones para que el PSC apoye los presupuestos del Govern de ERC progresan adecuadamente.

Lo admite el propio líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, quien ha asegurado que “estamos más cerca” del acuerdo, después de que los secesionistas hayan aceptado reactivar la construcción de la B-40, también conocida como Ronda Norte o cuarto cinturón.

En las últimas semanas, ERC ha cedido a varias exigencias del PSC. Las más destacadas son la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y avanzar con el Hard Rock de Vila-Seca y Salou.

En el documento que el PSC envió a ERC a finales de año con su lista de peticiones había de todo, desde planes para mejorar Rodalies, a proyectos de promoción industrial; desde partidas para investigación, a un impulso de las energías renovables; desde incrementar los recursos para salud, a destinar más dinero para fines sociales; desde aumentar las dotaciones para educación, a optimizar el uso del agua; desde mejorar la protección de los espacios naturales, a apostar por el transporte público; desde promover la cultura, a fomentar el deporte…

En las 26 páginas de la propuesta, había innumerables iniciativas. Muy detalladas. Había de todo. De todo… excepto una petición para recuperar el bilingüismo en las escuelas catalanas.

El PSC no dedicó ni una sola frase de las 26 páginas, ni una sola palabra de las 8.534 del documento, a exigirle e ERC que aplicase el 25% de clases en español que, como mínimo, ordena la justicia que se impartan en Cataluña.

Ni lo recogía ese documento, ni lo ha reclamado públicamente ningún dirigente de los socialistas catalanes durante los últimos meses.

Es evidente que el bilingüismo es un tema espinoso para ERC. Pero también lo son la ampliación del Aeropuerto, el Hard Rock y el cuarto cinturón –proyectos a los que se oponen frontalmente sus otros socios, los Comuns–, y al PSC no le ha importado presionarles hasta torcerles el brazo.

Sorprende que el PSC no haya tenido la decencia de incluir el 25% en las peticiones a ERC para aprobar los presupuestos. Aunque solo fuera para ponerlo sobre la mesa de las negociaciones. Aunque solo fuera para disimular.

Da la sensación de que para el PSC los catalanes castellanohablantes son irrelevantes, considera que no les van a votar (y los da por perdidos), o cree que son votantes cautivos (vista la situación terminal de Cs). Pero yo, en su lugar, iría con más cuidado en este asunto a tan pocos meses de las elecciones municipales.