Alejandro Tercero opina sobre la polémica protagonizada por la Asociación de Escritores en Lengua Catalana (AELC) y su presidente, Sebastià Portell
No es amor por el catalán, es odio al español
"La beca residencia del Ayuntamiento de Barcelona para escritores latinoamericanos ha generado la ira de las huestes nacionalistas habituales".
La reciente polémica en torno a la beca anunciada por el Ayuntamiento de Barcelona para escritores latinoamericanos ha servido para demostrar que el nacionalismo catalán sigue más vivo que nunca y tan xenófobo como siempre.
Aprovechando que la ciudad era la invitada de honor en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), el alcalde Collboni presentó Narra Barcelona, una residencia internacional para autores latinoamericanos dotada con 80.000 euros.
Con ese presupuesto se sufragará el viaje y la estancia en Barcelona durante tres meses del escritor seleccionado, así como la publicación y distribución de la obra que surja de esa experiencia.
La beca también incluye la traducción del libro al catalán pues, aunque no se especifica en la información difundida por el consistorio, lo más probable es que el autor escriba en castellano.
Pues bien, como era previsible, nada más conocerse la creación de la beca residencia, las huestes nacionalistas habituales salieron en tromba contra el ayuntamiento.
La Asociación de Escritores en Lengua Catalana (AELC) emitió un comunicado en el que mostraba su “preocupación” por la beca literaria “dirigida exclusivamente a autores latinoamericanos”, pues supone “menospreciar” el catalán.
El presidente de la entidad, Sebastià Portell, en una entrevista realizada en TV3 –a las pocas horas del anuncio–, calificó la beca de “agravio comparativo” contra el catalán, a pesar de que hay innumerables ayudas públicas –no solo del ayuntamiento– que destinan cientos de miles de euros a promover la literatura en esta lengua. Y pese a que la propia AELC ha recibido millones de euros en subvenciones en el último lustro.
De forma similar se pronunciaron Junts, ERC, Òmnium Cultural, Plataforma per la Llengua y algunos escritores. Entre ellos, Núria Cadenes (antes, Cadenas), condenada por su participación en un atentado de la banda terrorista Terra Lliure.
Ante la ofensiva contra la iniciativa del ayuntamiento, el concejal de Cultura, Xavier Marcé, ha mostrado su incredulidad y ha asegurado que no entiende la polémica, pues las ayudas públicas a los escritores en catalán son cuantiosas.
Pero es muy fácil de entender. No se trata de amor por el catalán, sino de odio al español.