Imagen de agentes de la Policía Nacional el 1 de octubre de 2017 en Barcelona / EFE
1-O: 'Ni oblit ni perdó'
"Sorprende que no haya más reconocimientos desacomplejados de la encomiable labor que realizaron los policías nacionales y guardias civiles que el 1-O defendieron el orden constitucional en Cataluña"
En las semanas y meses posteriores al 1-O, hizo fortuna entre el independentismo catalán el manido lema de “ni oblit ni perdó” (ni olvido ni perdón).
Se trataba de una advertencia de que la actuación policial contra el referéndum se recordaría en el futuro y recibiría su venganza.
Es posible que así sea, pues cualquier analista sensato reconoce que los independentistas aguardan agazapados en sus cuarteles de invierno a la espera de tiempos mejores.
Sin embargo, de momento, las conmemoraciones del 1-O se celebran con más pena que gloria, como ha ocurrido esta semana, en el octavo aniversario del punto culminante del procés.
En esta ocasión, los actos de mayor relevancia los han protagonizado los vetustos líderes del intento de golpe al Estado de 2017, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, y han destilado un tufo casposo que echa para atrás incluso a muchos de sus secuaces.
De hecho, y a pesar de las numerosas plazas del 1-O que se han inaugurado por la geografía catalana en los últimos años, los independentistas ya no reivindican con demasiado entusiasmo aquella fecha como una supuesta victoria.
En realidad, casi es más fácil encontrar constitucionalistas que echan la vista atrás y recuerdan con regocijo aquella fecha.
Sorprende que, así las cosas, no haya más reconocimientos desacomplejados de la encomiable labor que realizaron los policías nacionales y guardias civiles que, en aquella ocasión, defendieron el orden constitucional en Cataluña.
Lo hizo la Asociación por la Tolerancia en 2023, galardonando la labor de los agentes que intervinieron (sin la ayuda de los Mossos, o incluso con su obstrucción) aquel día.
Y, la misma entidad catalana, lo vuelve a hacer este año al otorgar su premio anual al coronel Diego Pérez de los Cobos, jefe del operativo policial durante el 1-O que actuó bajo mandato judicial. La ceremonia tendrá lugar en Barcelona la semana que viene.
Es de agradecer la tenacidad de algunos sectores del constitucionalismo en Cataluña, tradicionalmente ninguneados, por recordar a quienes se partieron la cara –literalmente, pues hubo decenas de policías heridos– para preservar los valores democráticos en una parte del territorio nacional.
Al fin y al cabo, son ellos los que están realmente legitimados para exigir que no haya olvido ni perdón.
