Con Ferrovial llueve sobre mojado en Cataluña. El conglomerado que dirige Ignacio Madridejos como consejero delegado ha recalado de nuevo en la polémica por el mejorable servicio que está ofreciendo en la externalización del teléfono de emergencias 112. Acumula 14 meses de sanciones por parte del Govern, que se han traducido en propuestas de sanción por valor de 70.000 euros.
Lo primero: el prestatario del servicio no es la cotizada en sí, sino su participada Serveo, en la que Ferrovial cuenta con un 25% y la equity firm Portobello, con el resto. Eso sí, la gestora de capital riesgo solo pone los fondos y los antiguos cuadros de Ferrovial Servicios, experiencia operativa. Por lo tanto sí, es a Ferrovial a quien cabe pedirle explicaciones si una contrata no termina de funcionar.
Y la del 112 catalán parece que no lo hace. Tampoco es una situación nueva, a tenor de la conflictividad laboral que infectó el mismo contrato anterior en el pasado. La empresa salpicada por el caso Palau perdió la gestión del 112 en 2017, pero Grupo Norte no pudo retener el encargo y éste volvió al conglomerado de Madridejos.
Y eso que, en el ínterin, el grupo hizo un pobre papel en la gestión de otros dos contratos de la misma administración autonómica: el teléfono de atención sanitaria 061 -la puerta de entrada al sistema público- y el contrato de rastreo de contactos de coronavirus mediante scouts.
En el primer caso, el Govern volvió a entregarle el encargo en diciembre de 2022, como avanzó este medio. Serveo -participada por Ferrovial- repitió al frente de un servicio que anteriormente pilotaba Ferroser, y que el Ejecutivo catalán sopesó internalizar. Lo llegó a poner incluso por escrito en un pacto presupuestario con En Comú Podem, pero no se ha cumplido. El 061 sigue siendo externo y en la órbita de la misma empresa que encajó una huelga indefinida contra la precariedad laboral en 2021.
Y eso que anteriores consellers de Salud, como Toni Comín, intentaron que el 061 fuera una macroherramienta para evitar los colapsos de urgencias. No lo consiguieron, y ya jamás nadie ha vuelto a loar a la plataforma telefónica. Se externaliza y aquí paz y después, gloria.
En paralelo, Ferrovial Servicios protagonizó uno de los episodios menos edificantes de la pandemia del coronavirus en Cataluña al gestionar un contrato de rastreo inútil. Así lo leyó la práctica totalidad del estamento médico y sanitario, desde los sindicatos mayoritarios al Colegio de Médicos de Barcelona.
Y este medio lo puso por escrito en julio de 2020. Siete meses después, la Consejería de Salud se lo quitó e internalizó el sistema. Fue antes de que la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) lanzara una investigación por posible mala praxis pública y se conociera que la firma había cobrado de más por esa tarea.
Pese a ello, la galaxia Ferrovial retuvo el 112, ya adjudicado, y renovó el 061, del que Salud jamás quiso hablar a los medios, pero lo terminó entregando al mismo ecosistema empresarial.
El teléfono de Ferrovial hace demasiados años que no se oye alto y claro en Cataluña. Hay mala cobertura, deficiente recepción y anomalías que pocos saben explicar. Pero se llevan un contrato tras otro ante el estupor de las sufridas plantillas y la paciencia de los ciudadanos, que padecen su mejorable servicio y algún que otro quebranto contable que no se ha terminado de aclarar. Quizá ha llegado el momento de colgar esa llamada.