La política está entrando en modelo bronca. Algunas con razón. Como el caso Berni, que ha abierto un agujero al PSOE en Canarias y en Madrid. La instrucción está aportando paladas de mierda, grotescas y vergonzantes con fiestas con drogas y putas, y con ramificaciones todavía por descubrir –se habla de alcaldes, diputados y senadores—, pero que han puesto en guardia al PSOE. De momento, un diputado, solo uno, cesado por el caso Mediador, rebautizado por la presidenta madrileña en un acto en Barcelona. Vino de visita aprovechando el Mobile, pero seguro que es una casualidad. Mucho mejor que caso Mediador calificarlo como caso Berni, sin duda. Le da más empaque para entre verdades, mentiras y medias verdades liársela al PSOE. Hasta Ayuso ha señalado a Sánchez como líder máximo de la trama. No perdamos ripio, no sea dicho. El PSOE no debe estar muy tranquilo porque como principal defensa ha puesto el ventilador con una foto de Feijóo compartiendo mesa y mantel con el presidente del Consell de Eivissa imputado por prevaricación. Y toda esta basura pasa al tiempo que conocemos las peticiones de la fiscalía en el caso Kitchen o cómo el Ministerio del Interior trataba de proteger a la cúpula del PP o cómo ajustaba cuentas con podemitas e independentistas, además de la aceptación de un querella presentada por Sandro Rosell y la vieja Convergencia.
Estamos en periodo electoral y vale todo. Hasta hacer el ridículo. Pere Aragonès y Ada Colau, muy ufanos, negaron el saludo al Rey. Consigna: no se saluda al monarca delante de las cámaras. Luego, puertas adentro, se comparte cena, se charla amigablemente y se posa para fotos institucionales. Quién diría que darle la mano al Rey te convierte de forma súbita en monárquico. Seguro que los asistentes al Mobile, muchos de ellos internacionales, no entendieron nada de la perfomance de desplante. Tomar decisiones no toman, pero a la hora de hacer el papel, Aragonès y Colau están que se salen. No se salen en cómo ampliar el aeropuerto haciéndolo compatible con el medio ambiente, por ejemplo, ahora que sabemos que las aves a proteger salen “por alas” de la afamada Ricarda porque la laguna está en un estado penoso porque la Generalitat no ha gestionado la actual zona ZEPA. Como solución proponen ampliarla como si eso interesara a los pájaros y sin caer en la cuenta de que si han sido incapaces de gestionar 700 hectáreas cómo van a ser eficientes con una ZEPA de más de 2000.
No se salen tampoco en materia de agua. No tenemos agua y si no llueve lo suficiente tendremos problemas en la agricultura, seguro, y en el consumo de boca. Alternativas haberlas haylas, como explica el presidente de Agbar, Ángel Simón. Reciclar y depurar para garantizar el suministro. Tenemos la tecnología, pero no tenemos ni Govern ni consistorio, que están a otra cosa. De momento, restricciones. Hemos gritado que viene el lobo muchas veces y ya tenemos el lobo en casa, pero nadie ha movido pieza para poner soluciones.
Colau sí que ha tenido tiempo para salir en defensa del alcalde de Terrassa, Jordi Ballart. Lo ha defendido de los ataques de Illa, que le ha afeado que siempre quiera ser la novia en la boda y el niño en el bautizo. Que siempre se proteja en el victimismo, en la piel fina. Es lógico que Colau lo defienda, aunque Ballart haya rechazado ir junto a los comunes en las elecciones, porque ambos tienen un hilo en común. Dice Colau que siempre se la critica por ser mujer y bisexual y dice Ballart que se le ataca por ser gay. Pues no, se les critica por ser alcaldes, por tener una responsabilidad. Ya vale de hacerse los enfadaditos. El rechazo a la violencia homófoba o machista no es un escudo que todo lo justifica.
Lo más in de toda la semana ha sido el juicio a Laura Borràs. En su defensa dijo, nada más y nada menos, que los contratos “los hacían los funcionarios”. ¡Nos ha jodido! Pues claro que los hacían los funcionarios que estaban a sus órdenes. Apoyos no ha registrado Borràs en su partido desde que empezó el juicio y se oyeron las declaraciones de imputados, funcionarios y testigos. Sus abogados clamaron, con el apoyo del ultra Hellín, por la ilegalidad de las pruebas. Nunca dijeron que los e-mails eran falsos, sino que se había roto la cadena de custodia. Mientras esto pasa los suyos van buscando acomodo. Ante las municipales, Xavier Trias en Barcelona va a su bola. Si alguien cuantificara sus promesas se echaría las manos a la cabeza, aunque el humo no vale dinero. En Lleida, Penedès y algunas ciudades como Mataró, el antiguo PDECat pone tierra de por medio con Junts con candidaturas separadas. Turull viendo el paño se reúne con Andoni Ortuzar intentando recuperar los lazos con el PNV, mientras que sus contrarios acudieron en masa a escucharle en una conferencia, y Rahola monta una calçotada de “reunificació convergent”. Desde Waterloo se guarda silencio. Borràs está vista para sentencia en el juicio y voces, malvadas con seguridad, dicen que también hay sentencia en el partido. Que no se descarten movimientos para finiquitarla antes de que la judicial sea pública.
Para acabar de aderezar el apasionante condimento, Tamames ya es candidato en la moción de censura de Vox y ha empezado el baile. Se ha sabido que el 3 de octubre del 2017 le envió a Mas una misiva en la que había que aprovechar la situación para elevar a Cataluña a la categoría de nación, crear una agencia tributaria federal y que la sede del Senado se trasladara a la autonomía. La brigada mediática contraria a la moción de Vox ha encontrado su piedra filosofal para cargar contra el candidato y contra el partido. El PP acusa a los ultras de hacer el juego a Sánchez y de tapar con su moción el feo caso Berni. Los populares intentan crear una alianza PSOE-Vox, pero al final los que gobiernan con la extrema derecha son los populares, incluida Isabel Díaz Ayuso.
La presidenta madrileña no se está de nada. Ferrovial deja España y la culpa es de Sánchez. Qué más le da a la lenguaraz presidenta que la empresa llevara 10 años preparando la espantá. Rafael del Pino, presidente de la compañía, la misma empresa que pagaba las mordidas en el caso Palau, pero que no fue condenada porque el delito había prescrito, se las pira a Ámsterdam. El negocio de llegar a Estados Unidos, de tener créditos más baratos y de que sus altos ejecutivos paguen menos impuestos ha hecho saltar por los aires el patriotismo de una empresa que creció regada por la obra pública. El Gobierno ha reaccionado con contundencia. Espero que la CNMV y el Gobierno liderado por Calviño se lo pongan chungo. Que intentara hablar con Sánchez antes de anunciar su “patriótica” decisión demuestra que no ve el futuro como un camino de rosas.
Y volviendo a Tamames. Una pregunta prosaica. Para qué narices envió la carta en 2017 a Artur Mas. ¿No sabía que en esas fechas ya lo habían enviado a la papelera de la historia? Tras esto que paren el tren que yo me bajo. ¡Qué nivel! ¡Qué tribulaciones!