¿Qué ocurrió en realidad desde la primavera de 2014 hasta el 10 de marzo de 2015 que provocó la caída de Banca Privada d’Andorra (BPA)? Pues sucedió, ni más ni menos, todo aquello que el Agregado de Interior de la Embajada de España en Madrid, Celestino Barroso Sánchez, anunció al entonces consejero delegado del grupo financiero del Principado, Joan Pau Miquel Prats, bastante antes. Concretamente, el 2 de junio de 2014.
El relato salió a la luz después:
“CBS: Yo soy portador de un mensaje de Madrid.
JPM: Sí.
CBS: Me han dicho que les comunique…en principio era al señor Higini o al señor Ramón [Cierco, accionistas mayoritarios de BPA], que eran mis introductores, pero bueno. Me ha dicho el Higini que cuente con usted también. Me han dicho que les comunique lo siguiente: el Banco de España tiene abierta una inspección a Banco Madrid y se lo van a cargar. Hay una empresa americana dispuesta a hacerse con la entidad. Me han dicho que les transmita que eso depende de ustedes, el que se quede o no en nada. Que se pare la inspección y que todo siga como está en la actualidad, siempre y cuando ustedes accedan a algo que yo no sé.
JPM: ¿Y usted es el inspector Embajada de España? ¿Es policía?
CBS: Sí, sí, soy jefe de policía.
JPM: Inspector jefe de policía, del Cuerpo Nacional de Policía.
CBS: Sí, sí, soy inspector jefe de la policía y estoy aquí de agregado de Interior. Esto es una misión muy mía, pero bueno….
JPM: ¿Entiendo que es oficial, o no? ¿Tiene un carácter oficial todo esto que me está diciendo, o…?
CBS: Vamos a dejarlo como entrecomillao.
JPM: Ya, pero y bueno… ¿y con quién me tengo que ver?
CBS: Yo si fuera usted…yo se lo he comentado a Higini [Cierco]. Es que, particularmente, no sé más. Aunque quisiera, es que no sé más. Esa frase de que “el Banco de España se va a cargar Banco Madrid” y que “hay americanos dispuestos a hacerse cargo, una vez que el Banco de España meta el hachazo”, que “ahí vendrán americanos a hacerse cargo” y que “todo esto se puede paralizar siempre y cuando ustedes accedan [ininteligible] que está en su mano pararlo, está en su mano pararlo”. ¿Qué es lo que va venir? No lo sé. Yo le he dicho a Higini [Cierco] que como yo, particularmente, desde mi punto de vista, hablar no cuesta nada. Se pone sobre la mesa, se planta una serie de papeles y la inspección esta famosa que me han dicho a mí que luego no se puede a llevar a efecto porque hay un defecto de forma o lo que fuere, y no ha lugar, pues me levanto de la mesa y voy. Que me plantean una situación que es real y que lo que me piden es perfectamente factible o que no hay ningún problema. Yo lo puedo paralizar, una cosa u otra. Hablar no cuesta nada.
JPM: Ya, ya.
CBS: ¿Qué puedo decir yo a los de la mesa? Bueno señores, esto que ustedes me piden es una bolinga y ya no me interesa este asunto. Yo sigo a mi ritmo y esto que lo que ustedes me piden… O, al contrario, muestran un papel sabiendo que el Banco de España les va a sacudir y que ustedes pueden evitar esa sacudida haciendo lo que se les pida, que yo no sé lo que será".
Eso ocurrió el 2 de junio de 2014, nueve meses antes de que el FinCen emitiese su Notice. ¿En qué se equivocó Celestino Barroso Sánchez? Absolutamente en nada. Bueno, quizá en un solo matiz. Él habló de “hachazo” y los americanos lo denominaron “martillazo”. El resto se cumplió a pies juntillas. El Grupo BPA, sin que más de cinco años después nadie sepa el por qué, desapareció del mundo. Banca Privada d’Andorra, la matriz de Banco Madrid, se la quedó una empresa americana que según tengo entendido ni ha pagado la totalidad del regalo que se le hizo; y el grupo español fue liquidado por el artículo que ustedes prefieran.
A los que quieren sacar provecho de que todo esto vino por las cuentas de la familia Pujol, decirles que eso tan solo fue la excusa. En Madrid se sabía de la existencia de dichos fondos del expresidente de la Generalitat en Andorra fuera del radar del fisco desde hacía años. Pero se hacía la vista gorda porque al líder de Convergència y a los suyos se les necesitó en un par de ocasiones para alcanzar mayorías absolutas en el Congreso.
A los que a estas alturas hayan descubierto a la denominada “policía política”, la de unos y la de los otros porque todos la tienen, y a los que se acaban de enterar de la existencia del deep state o de las cloacas de Interior, bienvenidos al mundo.
El excomisario José Manuel Villarejo Pérez en una de sus ya famosas conversaciones se permitió el lujo de anunciar que el CNI tapaba las cuentas de los Pujol en Andorra para proteger al Rey Emérito.
Su literalidad: “Hombre, claro, joder porque esa nota… que me pone… ahí sí que me pueden poner al pie de los caballos porque ahí sí que… vamos, me pueden meter el CNI, que está hasta los cojones, el CNI y el Emérito me pueden meter por injurias y por calumnias. Yo no puedo, porque yo digo ahí es que el CNI está tapando el tema de los Pujol de Andbank por, por… no por casualidad, sino porque ahí está metido hasta el culo el Emérito, el Emérito…”.
Lo del Grupo BPA ha sido una “conspiración” con todos los agravantes posibles, y otros. Fue urdida, pensada y ejecutada con la concatenación de intereses bastardos de unos cuantos individuos de dos países, más la intervención de un tercero necesario, puesto que éste último tenía el poder de llevarlo a cabo.
Y en estos apuntes sobre el mal llamado caso BPA. Les he intentado explicar las 5w de lo que pasó antes del infame 10 de marzo de 2015, cuando EEUU dio la puntilla a la entidad andorrana.
Lo que vino después no ha hecho sino reforzar la conspiración, puesto que para mantener una gran mentira se necesita de las subvenciones de los gobernantes de turno. Todos sus banales e inútiles esfuerzos para intentar mantener su gran mentira se desmoronan por todos partes. Al final, la verdad se mantiene sola.