En recuerdo de David
Tengo frente a mí una caricatura de mi hermano David, el creador de la Oficina Antifraude de Cataluña, ante todo una gran persona, con un gran corazón.
Me puse en contacto con el autor de dicha caricatura a principios del mes de diciembre de 2012, quería que esa imagen amable y ligera nos acompañase durante la cena de Nochebuena de aquel primer año tan astilloso y empedrado.
Debemos pensar en cuán imprescindible es que, quien por razón de su cargo y por causa de la institución a la que representa, deba ser lo suficientemente honesto, valiente, inteligente, fuerte, insobornable, hábil...
Ese pequeño dibujo se había publicado en una entrevista que el recién inaugurado diario Ara, unos cuantos meses antes de su muerte, le había hecho a mi hermano, sobre Wikileaks. En la familia solíamos guardar con amor y orgullo todos los recortes en los que aparecía David, y entre papeles encontré la hoja de periódico, localicé por internet a su autor y una fría tarde, antes de Navidad, me entregó el dibujo al pie de una parada de metro.
Hoy, cinco años después de aquellos primeros tiempos de dolor intenso, ya muy alejada y decepcionada por la trayectoria --o, mejor dicho, por la falta de trayectoria-- que ha venido trazando la Oficina Antifraude de Cataluña dirigida por alguien definido precisamente por la ausencia de todo lo que caracterizaba a su antecesor, me he enterado de la noticia sobre la filtración de las conversaciones con el ministro del Interior (este Wikileaks español) y he pensado sobre las intrigas que acompañan a los malintencionados usos de la información.
Ocupando ciertos puestos, está claro que el contenido de las conversaciones se transforma en lo que los sujetos quieran hacer de ellas. Así pues, debemos pensar en cuán imprescindible es que, quien por razón de su cargo y por causa de la institución a la que representa, deba ser lo suficientemente, primero, honesto, segundo, valiente, tercero, inteligente, cuarto, fuerte, quinto, insobornable, sexto, hábil, séptimo... ya no llegamos al séptimo porque no hay gente con tantas cualidades juntas ni tampoco hay instituciones que convenzan a nadie con su teórica definición.
Visto que es cierto que somos humanos y que es cierto que la justicia es una quimera, es extremadamente necesario que de vez en cuando esa otra justicia planetaria haga que aparezcan héroes y también que de vez en cuando rueden cabezas...
Si el dibujante de la caricatura de mi hermano está en activo, por favor, que se inspire y dibuje a los personajes de la noticia del día. Mañana me encantaría abrir el periódico y sentir lo acertado de sus acuarelas, después contactaría con él para que me hiciera la entrega en la misma parada de metro, antes de la noche de San Juan...