Los diez principios que los separatistas utilizan de Goebbels, y el que han olvidado...
En el artículo anterior ('Las tres estrategias de manipulación mediática de Artur Mas') expliqué las técnicas manipuladoras de la maquina separatista. Conté tres estrategias del decálogo del pensador Chomsky, que eran las que coincidían con Goebbels, pero advertí de que existían muchas más coincidencias con el alemán que con el estadounidense Chomsky, que es el ideólogo de todos los antisistemas del mundo unidos o por desunir, como es el caso de la CUP. Y es lógico que así sea, porque Mas no ha bebido en las fuentes del profesor izquierdista.
Desempolvo lo que estudié en la Universidad.
En quinto curso de Publicidad y Relaciones Públicas, ¡hace ya tantísimos años!, nos tocó estudiar a los maestros de la propaganda política, y hubo uno que me impresionó, porque tenía pocas ideas, pero concisas y rotundas. De esas que cuajan. Y lo malo es que las aplicó y tuvo tanto éxito que no sólo se estudia en la Universidad sino que políticos de todos los pelajes ideológicos picotean en estas ideas, aunque unos más que otros. Y tiene sentido que así sea, porque su autor era el mejor propagandista que ha tenido el nacionalismo en toda la Historia de la Humanidad. No lo digo yo, sino el tochazo de 600 páginas que me hicieron estudiar en la asignatura de propaganda política.
• Principio de enemigo único. Adoptar una única idea; individualizar al adversario en un único enemigo. [España, ahora dicen Estado español para conquistar al 52% de los catalanes]
• Principio de método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; los adversarios han de constituirse en suma individualizada. [PSOE y PP lo mismo es]
• Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo al ataque con el ataque. [España es corrupción]
• Principio de la exageración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en una amenaza grave. [El 25% de castellano en la escuela, si lo piden los padres, es un ataque al catalán]
• Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar [Cataluña será la Holanda del Mediterráneo]
• Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y a repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. [Primero, Dret a Decidir. Luego, Soberanía. Ahora, independencia]
• Principio de la verosimilitud. Que el President tenga que declarar ante el TSJC el día del 75 aniversario del fusilamiento de Lluis Companys no es una casualidad, sino una agresión a la dignidad de Cataluña.
• Principio de silenciación. Que los días después al 27S ningún editorial de la prensa extranjera haya pedido al Gobierno de Madrid que se siente a negociar la independencia no tiene ninguna importancia. Los medios públicos o privados de Junts per el Sí, lo silencian.
• Principio de la trasfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. [‘¿República? ¿Monarquía? ¡Catalunya!]
• Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad. Similar al alma y la voluntad del pueblo: el volkgeist [La noche electoral, con un 47% de 'síes', Mas dijo que había vencido la voluntad de Cataluña]
Para los afectados de la ESO: Goebbels era Jefe de Prensa y Propaganda del III Reich (que nadie se me enfade ni me acuse de lo que no he dicho: no he dicho que los nacionalistas también sean socialistas, porque no lo son. Afortunadamente, Cataluña no es Alemania).
La suerte que tenemos en Cataluña es que los separatistas no son violentos. Es decir, nadie puede tacharles de nazis, porque hacerlo sería una barbaridad, pero eso no es óbice para que afirme que los famosos once principios propagandistas de Goebbels sean aplicables tanto en dictaduras (III Reich) como en las democracias. Sé que la comparación es vomitiva, pero real, para el 'buen' separatista.
Si cuentan los puntos verán que son diez, pero los principios de Goebbels eran once. ¿Cuál me he dejado? El séptimo: el Principio de renovación: hay que emitir informaciones y argumentos nuevos. Sin embargo, el discurso 'separata' tiene el mismo soniquete. Es la famosa frase de que "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad". El mejor ejemplo es el señuelo de esos 16.000 millones de euros que cada año "España nos roba". Es la "Roma ladrona" de la Liga Norte italiana.