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Lleida rompe los pronósticos: el dato de exportación que nadie esperaba ver en un mes de caídas en Cataluña

Las cifras de la comunidad caen un 2,3%, mientras que la provincia resiste en verde gracias al inesperado 'boom' de un sector que se ha disparado un 41% y que nada tiene que ver con la fruta

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Octubre suele ser un mes de transición hacia el cierre del ejercicio, pero este año ha traído una ducha de agua fría para la economía catalana en su conjunto. La tendencia general marca números rojos y los indicadores principales de los grandes polos industriales han parpadeado en negativo, contagiados por la incertidumbre internacional. Sin embargo, mirando con lupa el mapa económico del territorio, existe un pequeño bastión que se ha negado a seguir el guion del declive generalizado.

Mientras los pesos pesados de la comunidad hacen balance de daños y calculan pérdidas, una provincia ha logrado cerrar el mes en terreno positivo contra todo pronóstico. Y lo más llamativo no es que haya crecido, sino cómo lo ha hecho. No ha sido gracias a sus buques insignia habituales, esos productos que llenan titulares cada temporada de cosecha. Algo más está tirando del carro, un motor secundario que ha sorprendido a los analistas al desafiar la estadística global con una fuerza inusitada.

Resistencia local

Los datos publicados por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa en su Informe Mensual de Comercio Exterior de octubre de 2025 no dejan lugar a dudas. Mientras que las exportaciones en Cataluña cayeron un 2,3% respecto al mismo mes del año anterior, deteniéndose en los 9.433,2 millones de euros, Lleida logró crecer a contracorriente. En concreto, la provincia registró un aumento del 1,0%, alcanzando los 280,7 millones de euros en ventas al exterior.

Comercio en unos grandes almacenes

Comercio en unos grandes almacenes Servimedia

Pero la verdadera sorpresa se esconde en el desglose por sectores. Aunque el sector de la alimentación sigue siendo el rey indiscutible en volumen, el protagonista relativo es el sector de bienes de equipo. Este segmento ha experimentado un espectacular 'boom' del 40,9% en un solo mes, alcanzando una facturación de 26,4 millones de euros. Una cifra que, aunque modesta en términos absolutos comparada con el total, marca una tendencia de diversificación industrial vital para el territorio.

Motor inesperado

Para poner en perspectiva este repunte de la maquinaria y los equipos, hay que mirar al motor tradicional: alimentación, bebidas y tabaco. Este sector también se comportó bien, pues ha crecido un 3,9% hasta los 173,9 millones de euros. Sigue siendo la base de la pirámide exportadora leridana, representando el grueso de las operaciones, pero carece en este periodo de la verticalidad explosiva que han demostrado los bienes de equipo, que han actuado como el contrapeso perfecto en un mes complicado.

Diversos alimentos

Diversos alimentos Canva

Esta resistencia es vital cuando el 'motor catalán' se ha gripado momentáneamente. La caída en Barcelona, que retrocedió un 2,6% con 7.323,4 millones exportados, y el descenso en Tarragona, que cayó un 2,8% arrastrada por el sector químico, han lastrado el resultado autonómico. Lleida, junto con Girona —que apenas creció un tímido 0,3%—, ha sido la excepción que confirma la regla de un octubre negro para el comercio exterior catalán.

Contrastes autonómicos

El saldo comercial también refleja este buen momento puntual para la provincia de Ponent. En octubre, las importaciones en Lleida apenas crecieron un 1,3%, situándose en 186,6 millones. Esto deja un superávit comercial positivo de 94,1 millones de euros para el territorio. Un colchón cómodo que contrasta con el déficit registrado a nivel autonómico, donde Cataluña compró más de lo que vendió, generando un saldo negativo de 433,6 millones de euros en el mes.

La comparación con el contexto nacional resalta aún más la singularidad del dato leridano. Mientras España en su conjunto logró salvar el mes con una subida moderada del 3,3% en sus exportaciones, penalizada principalmente por el retroceso del sector del automóvil en Barcelona, que cayó un 8,1%, y la química en Tarragona, que se desplomó un 14,8%. En medio de estas caídas de dos dígitos en sectores estratégicos, la subida de los bienes de equipo en Lleida brilla con luz propia.

Freno anual

No obstante, este octubre no debe ocultar la perspectiva acumulada del año, que sigue siendo un reto. Si observamos el periodo de enero a octubre de 2025, Lleida acumula un ligero descenso del 0,8%, con un total de 2.734,2 millones de euros exportados. Es una cifra que invita a la cautela, aunque el rebote mensual ofrece un balón de oxígeno y sugiere una reactivación en la recta final del ejercicio.

En el cómputo global del año, Cataluña sí mantiene el tipo, creciendo un 1,1% gracias al empuje de los meses anteriores. Pero el frenazo del décimo mes sirve de aviso a navegantes. La volatilidad de los mercados internacionales exige tener más de una carta en la manga, y Lleida ha demostrado, al menos este mes, que puede confiar en la tecnología y el equipamiento más allá de sus huertos.