Jordi Navarro / Captura de Rutas de Éxito

Jordi Navarro / Captura de Rutas de Éxito

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Jordi Navarro, camionero, acerca de su negocio: “Los asalariados que trabajan 8 horas cobran 2.000 euros, el resto se va a los impuestos”

El catalán defiende que ser autónomo hoy en día tiene muchas ventajas para la persona que es emprendedora, valiente y tiene ganas de ganar dinero

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En España, el emprendimiento no es fácil y no solo por las inversiones iniciales que se tenga que realizar, sino por los costes, gestiones y burocracia que lleva este proceso. No obstante, es una de las vías que da buenos resultados a quienes deciden arriesgar en su futuro con un proyecto.

Jordi Navarro ha sido uno de los que se lanzó y montó su propia empresa de transporte, concretamente especializa en cisternas alimentarias. Según relata en el pódcast Rutas de Éxito, se embarcó en este proyecto impulsado por una visión de crecimiento y la necesidad de protección para sus negocios como transportistas autónomos.

No obstante, una de las objeciones sobre las que hace hincapié Navarro es el “coste de los asalariados” con el que desvela la diferencia que hay de los que cuesta un trabajador a su empresa, con lo que percibe de sueldo el profesional.

“Un conductor trabaja 8 horas al día de lunes a viernes, sin dietas ni horas extra, el coste total para la empresa asciende aproximadamente a 3.800 € en Cataluña, cubriendo el IRPF, la Seguridad Social y el sueldo”, asegura.

En este contexto, Jordi afirma que el conductor percibe entre 1.800-2.000 euros, mientras que los 1.800 euros restantes se los lleva “impuestos, IRPF, etc.”. Por ello, sentencia que ser autónomo implica tener “un poder adquisitivo mayor que un trabajador asalariado, siempre y cuando se sepa defender el precio del trabajo”.

Por ello, defiende que, bajo su punto de vista, ser autónomo hoy en día tiene muchas ventajas para la persona que es emprendedora, valiente y tiene ganas de ganar dinero. Mientras que, el coste para la empresa de un conductor se percibe como una cantidad que el sistema no permite que el trabajador reciba completamente.

"No pude rechazar"

A pesar de todo, tras arriesgar y poner el negocio sobre ruedas, nunca mejor dicho, Jordi y sus hermanos vendieron su empresa de transporte a un grupo italiano por motivos personales, estratégicos y financieros.

En este contexto, la razón principal fue que, aunque fue un buen autónomo y transportista, descuidó el futuro de un posible relevo. La situación se precipitó cuando un familiar, su hermano, llegó a los 65 años y expresó su deseo de jubilarse.

Además, a pesar de que luchó "infinitamente por quedársela", las leyes actuales complicaron la situación. Él descubrió que "la ley no lo permite" refinanciar su propia empresa. Tuvo que pasar años intentando hacer malabarismos y buscando alternativas en "fondos privados, fondos de inversión, fondos tal".

Sin embargo, después de este proceso de búsqueda de refinanciación, conoció al grupo italiano que le hizo una oferta "el cual no pude rechazar". La suma de estos factores lo llevó a tomar la decisión de vender para poder "seguir el día de mañana con otros proyectos".