El músico y coleccionista Alex Cooper

El músico y coleccionista Alex Cooper EP

Músicas

Alex Cooper y la nostalgia de lo no vivido

En principio, lo de situar un museo del pop de los 60 en mitad de ninguna parte podría parecer una idea de bombero, pero el resultado es excelente y eso explica que aparezca gente de toda España en Santa Colomba de Somoza

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En la pequeña localidad de Santa Colomba de Somoza, a una hora en coche de León y en plena Maragatería, se encuentra un curioso museo dedicado a la música pop de los años 60, el Club 45, que reúne la ingente colección de singles, carteles, revistas y memorabilia varia del señor Alejandro Díez Garín, más conocido como Alex Cooper, fundador a finales de los 80 de Los Flechazos, grupo mod español por excelencia (¿junto a Brighton 64?) con el que grabó diez discos entre 1988 y 1997 (entre 2000 y 2019, ya disueltos Los Flechazos, tomó el relevo Cooper, hasta la jubilación voluntaria de Alex en 2019, cuando llegó a la conclusión, como dijo ese año, de que la humanidad no necesitaba un nuevo disco suyo).

Nunca me había cruzado con él hasta que me invitó hace unos días a dar un rato la chapa musical en su Club 45, que hierve de actividades culturales, y no hay ironía alguna en esta afirmación, ya que nuestro hombre es, tal vez, el jubilado más activo que conozco (este fin de semana organiza en Astorga un minifestival de cine y pop).

El músico Álex Cooper

El músico Álex Cooper FUNDACIÓN CLUB 45

La cosa (enmarcada en una sección llamada La discoteca de…) consistía en que yo escogiera quince de mis canciones favoritas de todos los tiempos y se las pusiera y comentara a la audiencia, más nutrida de lo que me esperaba. O sea, yo daba la tabarra, Alex encontraba las canciones en el ordenador y el respetable se tomaba unas copas para hacer frente a mi fárrago y a mi criterio musical. La verdad es que se portaron muy bien, a excepción de un sujeto que me pegó amablemente la bronca por mi mal gusto a la hora de elegir las canciones (luego me enteré de que había acudido a la cita convencido, dado su título, de que iba a escuchar música disco: intuyo que tras su evidente tajada se ocultaba la decepción de toparse con un repertorio inesperado y, según él, demasiado lento).

Artefactos de los 60

Aunque elegido hace un tiempo por un diario local como uno de los cien leoneses más relevantes de todos los tiempos (tal vez junto al mítico Maragato Cordero, amigo de Isabel II y responsable, como muchos de los suyos, del transporte de mercancías por España), el amigo Cooper nació en Alicante en 1967.

Algo después, su familia se trasladó a San Sebastián, de donde hubo que salir por patas para no fomentar la funesta manía de ETA de socializar el sufrimiento: su padre se negó a pagar el impuesto revolucionario (como decía el chiste del gran Jaume Perich: “No puedo confiar en una revolución que antes de triunfar, ya empieza a cobrar impuestos”) y se instaló en Madrid.

El último y definitivo traslado fue a León, a donde Alex llegó con catorce años. Si no se ha movido de allí, pese a su indiscutible cosmopolitismo y sus estudios de Filología Inglesa, ha sido, según me comentó, porque ya sufrió suficientes mudanzas de niño.

Sede de Fundación Club 45

Sede de Fundación Club 45 FUNDACIÓN CLUB 45

En su condición de jubilado más activo de la Maragatería, el señor Cooper ha conseguido poner en práctica dos ambiciones personales en Santa Colomba: hacerse con una casa en la que retirarse del mundanal ruido junto a su mujer, Cristina, mientras la hija de ambos estudia Medicina en Madrid, y encontrarle justo acomodo a su inmensa colección de artefactos de los años 60, década que le fascina porque no la vivió (o tal vez por eso).

La cosa funciona

Han sido cuarenta años de coleccionismo compulsivo, comprando singles en Londres, Utrecht, Barcelona o Internet, junto a ejemplares del Melody Maker, el New Musical Express y demás publicaciones pop de la época, más carteles, fotos y hasta juguetes.

El Club 45 está dedicado, mayormente, a la producción británica y norteamericana de los años 60 (hay un montón de grupos de los que no había oído hablar en mi vida), con especial fijación por el mundo mod, pero queda sitio para el pop francés, italiano, nórdico y, sobre todo, español.

No hay catálogo, pero como si lo hubiera: el visitante puede (¡debe!) hacerse con el libro del señor Cooper, profusamente ilustrado, Club 45. 90 canciones de la era pop para mods y jetsetters, publicado en su propia compañía, Chelsea Ediciones.

En principio, lo de situar un museo del pop de los 60 en mitad de ninguna parte podría parecer una idea de bombero, pero el resultado es excelente. De ahí que aparezca gente de toda España, no en masas de mods montados en sus Lambretta, pero sí en suficiente cantidad para que la cosa funcione.

La propuesta es indudablemente excéntrica (de ahí su atractivo), pero el alcalde de Santa Colomba de Somoza está comprobando que las visitas de forasteros al pueblo se están incrementando desde que el Club 45 inició sus actividades en junio de 2024. Por no hablar de que, ¿quién se atreve a defraudar a uno de los cien leoneses más relevantes de la historia?

Alex se toma a chufla su inclusión en la lista, pero lo que ha logrado construir en ese pequeño pueblo puede considerarse, en mi modesta opinión, la versión actualizada y pop de las hazañas comerciales del Maragato Cordero.