Bad Bunny

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Músicas

Bad Bunny: retrato antillano de Puerto Rico

El nuevo disco del artista latino –DeBÍ TiRAR MáS FOToS– fusiona la temática social con la nostalgia, los ritmos musicales y las tradiciones lúdicas del Caribe en una obra que expresa la identidad latinoamericana en un mundo global

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En mi país de origen, Venezuela, dos sillas blancas marca Rimax solo significan una cosa: fiesta. Los padres de mi generación, jóvenes en los años 70, 80 o 90, lo que hacían para poder quedarse un rato más disfrutando de la fiesta, era juntar esas dos sillas blancas y poner a su niño a dormir en ella. Mi inconsciente, y el de muchos, registró esa imagen y esa música de fondo como asociación a la juventud, la seguridad y el hogar.

Es así como no es de extrañar que el nuevo disco de Bad Bunny, Debí tirar más fotos escrito como DeBÍ TiRAR MáS FOToS (DtMF), sea un trabajo que, más allá de la fusión de ritmos y géneros, se siente y se expande a una diversidad de elementos personales y sociales que pueden ir desde un refugio emocional a un grito político, incluyendo un homenaje a las raíces puertorriqueñas y del Caribe.

Bad Bunny

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Desde antes de su lanzamiento los fans ya habían recibido pistas de los temas del álbum. En la canción La Velita, un single previo, no incluido en este nuevo disco, el puertorriqueño refleja las consecuencias de los huracanes en Puerto Rico. Desde este punto de partida, la temática social empezaba a asomarse en el proyecto, inclusive con un sample del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez que aparece en esta canción. No fue hasta finales de 2024 que se lanzó el video de la canción PIToRRO DE COCO, un aguinaldo tradicional de las navidades que, a la par, se viralizó con una búsqueda del tesoro entre las plataformas Google y Spotify.

Esto llevó a los seguidores del cantante a recorrer Puerto Rico para descubrir los títulos de las nuevas canciones que estaban por salir. La estrategia de promoción no quedó ahí, se incluyó el lanzamiento de un cortometraje protagonizado por el legendario actor y director puertorriqueño Jacobo Morales. Bad Bunny ya nos había dejado un oráculo y aun así no nos habíamos dado cuenta de lo que venía.

El álbum DtMF llegó el día previo a la celebración de los Reyes Magos y no solo ascendió rápidamente a lo más alto de las listas, sino que marcó un hito: por primera vez, el género musical de la salsa y la plena ocupaban el primer lugar en Apple Music, a la par que críticos y publicaciones de renombre elogiaban el álbum.

Muchos han descrito DTMF como una carta de amor a Puerto Rico, algo que también se dijo de su álbum de 2022, Un Verano Sin Ti. Sin embargo, reducir este proyecto a un simple homenaje amoroso sería ignorar la profundidad del mensaje de Bad Bunny en este disco

Bad-Bunny-Debi-tirar-mas-fotos

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Nostalgia como una brújula sonora

La nostalgia ha sido un tema recurrente en la carrera de Bad Bunny. Como afirma, en su newsletter la Dj venezolana Mónica Gómez, aka Chica Acosta, “la música está intrínsecamente ligada a la memoria autobiográfica”, y Benito o Bad Bunny, como quieran llamarlo, desde su álbum x100pre hasta Un Verano Sin Ti, ha demostrado una habilidad especial para capturar ese anhelo por lo perdido, por aquello que ya no está, por lo que se acerca a lo que para él es raíz. Eso lo encontramos en Como Antes, una canción que alude a elementos de la infancia y la juventud—desde el Messenger, pasando por el desaparecido MySpace, hasta el Game Boy—, creando universos y cosmologías que conectan con millones de personas que sienten, como él, esa necesidad de ubicarse en lo placentero al recordar aquello de “todo pasado fue mejor”.

La cercanía entre Benito y cualquier escritor exiliado o desplazado de la Segunda Guerra Mundial no es una locura. Con Debí Tirar Más Fotos, la nostalgia se transforma en una exploración no solo personal sino que trasciende a lo social creando un retrato de la isla en la que creció y que ha ido perdiendo su insularidad. Es a partir de esa pérdida que expresa un grito de advertencia, un llamado urgente a los puertorriqueños, tanto a los que viven en la isla como los de la diáspora, para que tomen conciencia de los retos que enfrenta su “archipiélago perfecto” (como lo llama en la canción final LA MuDANZA) y luchen por su preservación.

La nostalgia no se queda en lo individual sino que se convierte en un elemento de resistencia que concreta las acciones necesarias a nivel cultural para no perder la identidad. Es a partir de la resistencia que Bad Bunny encuentra en los ritmos de bomba, plena y salsa no solo un vehículo musical, sino una forma de poner sobre la mesa el pasado que fue, que estuvo en la isla y que quizás se perdió con la migración a Estados Unidos. Este regreso a las raíces no es accidental, es un mensaje para el mundo de que Puerto Rico es mucho más que un destino turístico, un Estado asociado o un antiguo territorio colonizado: es hogar, ancla y fuente de creatividad. El pasado se representa en ese no lugar de incertidumbre que es el futuro.

Si el corazón de este álbum es la nostalgia, nos topamos con ella hasta a nivel romántico, en especial en las canciones de reggaeton del álbum, como por ejemplo en la canción EL CLuB, con la que se podría estar plasmando su ruptura con Kendall Jenner. La nostalgia no es aquí un refugio emocional ante la pérdida migratoria o del espacio invadido por el cambio, sino una herramienta para resistir la incertidumbre del futuro a través de los ritmos, las tradiciones y el espíritu alegre de la idiosincrasia insular y latinoamericana.

Esta mezcla imbatible es el alma del disco y se refleja en el éxito en las plataformas de streaming, ya que en el presente, el futuro se siente incómodo, por lo que esta música alegre se convierte en una especie de hogar para muchos, seas de donde seas. El goce de la música caribeña traslada a todos a un sentimiento de certidumbre y felicidad.

'Un verano sin ti'

'Un verano sin ti'

La salsa como herramienta de revalorización cultural

El uso de la salsa en Debí Tirar Más Fotos no es casual. Como apunta el editor Leo Felipe Campos, en los últimos años, artistas como Karol G, Rauw Alejandro y Guaynaa han demostrado que la salsa sigue siendo relevante y poderosa, no solo como un género musical, sino como un símbolo de identidad latina. Campos señala que Karol G rindió homenaje a este género en los Billboard Women in Music Awards 2024 al interpretar una versión en salsa de su éxito Amargura -una canción que contiene un sample inicial de La Cura del fallecido Frankie Ruiz-, acompañada por una banda integrada por mujeres y con la percusión de Emily Estefan, hija de los eternos capos de la música latina en Miami, Gloria y Emilio Estefan. En esa ocasión, Karol dijo que esa interpretación era un tributo a sus raíces y a la comunidad latina, logrando conectar a los artistas con la audiencia. 

También menciona a otro puertorriqueño que se conoce bien en España, Rauw Alejandro, quien ha hecho aportes significativos al género, incluyendo su tema Cosa Nuestra en homenaje a Willie Colón y una versión de Tú con él del anteriormente nombrado, Frankie Ruiz (uno de los grandes exponentes de la salsa romántica y primera generación de puertorriqueños nacidos en suelo neoyorquino). Estas propuestas, junto con las de otros exponentes del reggaeton y la música urbana como Daddy Yankee, Don Omar, Residente y Ozuna, demuestran que el interés por la salsa trasciende generaciones y estilos. Es así como Bad Bunny se une a este movimiento de revalorización, pero con una carga emocional -lo que comentábamos sobre la nostalgia- y política que resalta aún más en el contexto de DtMF.

La conexión entre los ritmos tradicionales y las generaciones más jóvenes es evidente en este renacimiento de la salsa y otros géneros afrocaribeños que hermanan etiquetas divisorias como boomermilenial. Aunque algunos críticos consideran que este resurgimiento puede ser pasajero, así como sucedió en el sample de Amores como el nuestro de Jerry Rivera en la canción más famosa de Shakira: Hips don’t lie. Sea o no un resurgimiento debido a las demandas del mercado no se puede negar que el nuevo disco de Bad Bunny ha abierto conversaciones importantes sobre la riqueza cultural de América Latina y su impacto en la música global. Nombres como Celia Cruz, Héctor Lavoe, Rubén Blades, Willie Colón, Frankie Ruiz y Cheo Feliciano resurgen gracias a estos nuevos cruces de géneros.

Debí Tirar Más Fotos no solo honra estos legados de las grandes leyendas musicales de la salsa del Caribe de Puerto Rico o de las primeras generaciones de latinos nacidos en Nueva York, sino que los integra en una narrativa contemporánea y de mercado -especialmente enfocado a los latinos en Estados Unidos y los migrantes latinos a nivel mundial- que conecta lo personal con lo colectivo, lo nostálgico con lo urgente. Canciones como DtMF y LA MuDANZA hablan de las experiencias de migración y pérdida, mientras que los sonidos de plena y bomba evocan las luchas y alegrías cotidianas de Puerto Rico y del resto del Caribe.

'x100pre'

'x100pre'

El regreso a Ítaca desde la denuncia social

El álbum abre con una fusión de salsa clásica, un sampleo del Gran Combo de Puerto Rico que te invita a viajar en el tiempo, evocando tanto las pistas de baile de los años 70 como los altoparlantes de las calles boricuas. Así como en la novela de Leonardo Padura y Laurent Cantet, Regreso a Ítaca, temas como BAILE INoLVIDABLE son un abrazo para quienes crecieron escuchando a los grandes de la salsa y, al mismo tiempo, un guiño a las nuevas generaciones para que conozcan lo que sucedió en el pasado. Sin embargo, Debí Tirar Más Fotos no se queda en la superficie de lo nostálgico ni en la revalorización de los ritmos musicales propios de la isla. Canciones como LO QUE PASÓ A HAWAii denuncian temas universales que se hacen nacionales como la gentrificación y el desplazamiento, mientras DtMF reflexiona sobre las dificultades de migrar, perder a los tuyos y enfrentar el paso del tiempo.

Otro símbolo, junto a las sillas Rimax, es el Sapo Concho, que refuerza el mensaje de denuncia nacional puertorriqueña y en cómo este pequeño anfibio, uno de los especímenes de la identidad de la isla, enfrenta una amenaza existencial al ser una especie en peligro de extinción. Bunny utiliza este símbolo para unir las luchas por la conservación ambiental con las batallas sociales, culturales y políticas que se libran en el Puerto Rico de hoy.

En LA MuDANZA, el tema que cierra el álbum, reitera ese compromiso de denuncia con su tierra. Canta: “De aquí nadie me saca, de aquí yo no me muevo. Dile que esta es mi casa donde nació mi abuelo. Yo soy de P fuckin' R” una declaración que conecta con el orgullo que ya había expresado desde sus primeras canciones. Al mismo tiempo, menciona a Eugenio María de Hostos, intelectual independentista y precursor de la sociología antillana, en una línea que desafía el colonialismo y nos invita a imaginar un futuro diferente para Puerto Rico.nAl escuchar el álbum completo, uno puede llegar a pensar que Bad Bunny quiso pintar un retrato antillano para no tener que explicarlo, en especial cada vez que, desde el exotismo, alguien le pregunta de dónde viene, por qué habla así o por qué su música suena como suena.

DeBÍ TiRAR MáS FOToS no es solo un álbum. Es una declaración cultural, un homenaje a los ritmos que han definido al Caribe desde los creadores legendarios puertorriqueños. Es una invitación a reflexionar sobre lo que significa ser latinoamericano en un mundo globalizado, complejo y tan universal como la estética de las sillas Rimax.