Interior de la librería Casa Usher
Casa Usher: las letras de Sant Gervasi en Barcelona
Es una librería de fondo especializada en humanidades, donde cada antigua estancia, sin importar el uso que le dieran sus predecesores, es hoy un pequeño rincón recubierto de libros, que te observan nada más poner un pie en sus dominios
La librería Casa Usher. Puede que sea la casualidad o, quién sabe, puede que incluso el destino el que, cien años después, ha devuelto parte de su espíritu originario al local sito en el número 79 de la calle Santaló.
Allí, en la segunda década del pasado siglo XX, mucho antes de que cualquiera de los actuales vecinos del barrio de Sarrià-Sant Gervasi hubiera siquiera nacido, existía una suerte de casa consistorial a la que las gentes que residían en los alrededores, que en pocas ocasiones “bajaban a Barcelona”, acudían para encontrarse, conversar y, según algunos recortes de periódico, organizar actividades culturales.
Y así fue hasta 1924. Año en el que el espacio se convirtió en una bodega familiar, con casa y patio incluido, donde servían vino recién extraído de unas barricas apoyadas sobre las paredes. También lugar de reunión y epicentro de tertulias sobre las más diversas materias.
Mas el tiempo pasa, a veces sin darnos cuenta de su implacabilidad. Y tras noventa años de garnacha negra y ull de liebre, los gritos y susurros que, hasta entonces, habían llenado el lugar se fueron apagando poco a poco hasta que el silencio lo invadió todo.
Un cuento de Edgar Allan Poe
Este bien podría haber sido el final de la historia. Y, como ha ocurrido en otros muchos lugares de la ciudad, un fondo buitre podría haber adquirido la propiedad y transformado las antiguas habitaciones en alojamientos turísticos, todos iguales, impolutos, de un blanco casi transparente y carente de alma.
Pero no fue así gracias a dos personas, Anna y María, que, tal vez, una tarde, al caer el sol, de camino por la Vía Augusta, en el descenso de la calle Santaló en dirección a la plaza de Francesc Macià, al pasar por la destartalada bodega, oyeron algo, un viejo murmullo aún atrapado entre las baldosas del colorido suelo hidráulico. Una voz que se negaba a abandonar lo que bien podría haber sido el escenario de un cuento de Edgar Allan Poe. Y ellas, lejos de pasar de largo, decidieron pararse y, lo que es más extraño aun en estos tiempos, escuchar.
Terraza de 'Casa Usher
Era el año 2014. Y Anna y María, ambas con una dilatada experiencia en el mundo editorial, se habían conocido poco antes en una pequeña librería de la Dreta de l’Eixample, La Caixa d’Eines, donde no hace mucho tiempo recitaba poemas mi buena amiga Rosa Panadès, una persona como pocas, mecenas de las artes.
De modo que, llamadas por esa voz, inaudible para aquellos que viven con prisa, e impulsadas por su voluntad de volver a crear un espacio cultural y de encuentro en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi, fundaron lo que hoy es y seguro que por muchos años será la librería Casa Usher. En homenaje a Poe, a su cuento “La caída de la Casa Usher” y a las decenas de libros que leía su principal morador, Roderick Usher, que eran su alimento. Al igual que lo son hoy para los vecinos y para todos aquellos que deciden abrir sus puertas de cristal.
Una librería de fondo especializada en humanidades, donde cada antigua estancia, sin importar el uso que le dieran sus predecesores, es hoy un pequeño rincón recubierto de libros, que te observan nada más poner un pie en sus dominios y que, al igual que aquella voz del pasado, te susurran levemente al tiempo que reposan serenos en las estanterías.
Parar un buen rato
Y, sobre todo, una librería de barrio, de las que todos necesitamos para abrir un paréntesis en la existencia frenética de una ciudad que te engulle cada vez más. De barrio y conectada al barrio, a sus colegios, institutos, bibliotecas, a sus revistas y diarios locales y, cómo no, a su mercado, al que Anna y María y ahora también Asier acuden con frecuencia para realizar talleres infantiles y en cuya colaboración sacaron a la luz la colección Productes del mercat.
Todo ello junto a los talleres de arteterapia y literarios, así como a sus clubes de lectura de narrativa breve y de no ficción que se reúnen periódicamente bajo sus auspicios.
Y otras muchas actividades en proceso de formación, tanto en el interior como en el apacible y soleado patio en el que más de uno ha descargado su voz acompañada de los acordes de una guitarra.
Así es la librería Casa Usher, el epicentro de las letras del barrio de Sarrià-Sant Gervasi.
Un lugar con historia que, sin duda, seguirá haciendo historia.