El escritor Louis Ferdinand Céline (1894-1961)

El escritor Louis Ferdinand Céline (1894-1961)

Letras

'Guerra', de Céline

El manuscrito robado al escritor en su domicilio de París, ve ahora la luz a pesar de que 'Guerre' seguramente habría sido revisado en profundidad por el autor

31 diciembre, 2022 22:00

Ferdinand recupera la conciencia y logra levantarse del suelo. Es el 27 de octubre de 1914, cerca de Poelkapelle, en Bélgica. Está en el campo de batalla, rodeado de cadáveres de hombres y caballos y de vehículos destrozados, entre charcos y agujeros de obuses. Se había ofrecido voluntario para llevar una orden del mando de su brigada a un regimiento de infantería, bajo un fuego violento. En el curso de su misión fue herido en el brazo por una bala y además el cercano estallido de un obús lo arrancó del suelo y lo proyectó de cabeza contra el tronco de un árbol. El impacto le rompe la oreja y le dejará como secuela de por vida dolorosas migrañas que le obligaban al consumo constante de analgésicos y unos fuertes acúfenos, a ratos ensordecedores (“se me metió la guerra dentro de la cabeza”). Además de dos condecoraciones por comportamiento heroico frente al enemigo y una intensa rabia contra la estupidez de los hombres y su inclinación a la guerra. Así fue el momento decisivo en la vida de Louis-Ferdinand Céline (1894-1961).

Medio inconsciente se lanza a caminar sin saber muy bien hacia dónde, hasta que se encuentra con un soldado inglés que le ayuda a llegar hasta una ambulancia. De ahí, entrando y saliendo del coma, pasa, entre la vida y la muerte, a un hospital donde le atiende una enfermera de trasero suculento, que alivia con solícita mano la súbita erección de Ferdinand, tan poco apropiada y tan inesperada dado su estado general de salud. La enfermera tiene por costumbre rendir este servicio a los moribundos.

Así comienza la novela Guerre, uno de los manuscritos que le robaron a Céline en su piso de París mientras se hallaba fugado en Dinamarca, en 1944 (al final de la Segunda Guerra Mundial), para evitar ser ajusticiado por inteligencia con el enemigo. Una vez se calmaron las aguas y él pudo volver a su país se quejó reiteradamente de aquel saqueo. Parece que el responsable del mismo fue un miembro de la Resistencia que quiso esperar a que la viuda del escritor muriese antes de restituir los manuscritos, para que no se enriqueciese con ellos la compañera de un collaborateur. Una vez Lucie fallecida (en el 2019, a los 107 años) y los manuscritos entregados a los herederos, Gallimard puso al alcance del público francés (al español se lo pondrá en breve Anagrama) lo que parece una novela completa, Guerre, que ha alcanzado una difusión notable, de 200.000 ejemplares…

Un episodio capital

Desde luego el del “legado Céline” es un caso extraordinario de recuperación literaria. Aunque algunos críticos sostienen que Guerre no debería publicarse, pues el texto, aunque está completo –comienza tal como hemos contado y finaliza con la partida de Ferdinand, con la baja militar, hacia Inglaterra, donde le esperan las sórdidas aventuras recogidas en el siguiente manuscrito, ya publicado también en Francia bajo el título de Londres--, es un primer borrador que Céline hubiera corregido meticulosamente, según su costumbre antes de entregarlo al editor.

La perra vida de Louis-Ferdinand Céline

La perra vida de Louis-Ferdinand Céline

Efectivamente, en Guerre no aparecen tanto como en sus títulos publicados en vida esos recursos estilísticos tan característicos del autor de Viaje al final de la noche: esas dislocaciones sintácticas, esas interjecciones, puntos suspensivos, signos de admiración ni esas maldiciones y exabruptos a diestro y siniestro tan recurrentes, que dan a sus páginas una agitación emocional tan intensa y febril que algunos encuentran mareante e histérica, mientras la mayoría sostiene que Céline no sólo es, con Proust, el mejor estilista de la literatura francesa del siglo XX, sino también un renovador de la lengua, haciéndola más popular y flexible.

El editor resuelve así el debate: “Como el presente manuscrito desapareció en 1944, para gran disgusto de su autor, es imposible saber lo que Céline hubiera hecho con él. Pero todos estos elementos permiten inscribirlo de forma coherente en su obra, y en la cronología que forma la trama narrativa. Guerra colma un vacío sobre un episodio capital de la vida y de la obra del escritor, con un relato, que, si es un primer borrador, es ampliamente representativo de su escritura”.