Un sueño federal para la España de la 'reina Leonor'

La ficción, la descripción del paisaje y las idas y vueltas sobre Necker, el ministro del monarca francés Luis XVI, decapitado en el proceso de la revolución francesa, da pie a un juego fino y necesario en la España actual, que precisa de una mayor empatía para hallar soluciones a sus problemas institucionales.

Una de las consideraciones es que el llamado problema catalán no se podrá resolver de forma bilateral, o buscando un acuerdo con los dirigentes independentistas catalanes. Lo que se plantea en El pla Necker es que es toda España la que necesita de amplias reformas, en muchos ámbitos, para mantener, precisamente, una cultura común que dé posibilidades de futuro a todos los españoles.

'El pla Necker', el libro de Jordi Mercader

Los expertos comen de forma frugal en el castillo de Necker. Se denuncia el robo de un ejemplar de la Constitución de Estados Unidos, firmado por los padres de la patria. La versión que se desgrana es que fue Tayllerand quien recibió el documento, en su viaje a Estados Unidos, y que éste se lo entregó a Madame de Stäel. Entre esas disquisiciones, --con un comisario que entorpece las veladas-- se cuelan doctrinas jurídicas y provocaciones, que buscan superar el actual debate en España, que se encuentra enquistado.

Y es que el diagnóstico existe, y los expertos han escrito miles de páginas sobre qué se podría abordar. Todos parten de un texto, Informe sobre España, de Santiago Muñoz Machado, escrito en 2013, y que aboga por una España federal que acabe con duplicidades y rehaga lo que, a su juicio, el Tribunal Constitucional no ha hecho: seguir una línea recta interpretativa, que no oscile y que concrete con claridad qué puede hacer la federación –el gobierno central—y qué harán los estados federados, las comunidades autónomas.

El 'minuto de oro' de la soberanía

Ese hecho es determinante, porque, en aras de llegar de verdad a una España federal, se asume por completo el estado autonómico, y nadie plantea, en ese idílico castillo de Coppet, donde se refugió y murió Necker, un nuevo mapa federal. Si La Rioja es comunidad, si lo es Cantabria, si lo es Madrid o Cataluña, que sean también estados federados.

Se trata de evocar un “minuto de oro”, en el que esas comunidades cobran toda su soberanía, para, de forma inmediata, ofrecerla a la federación de España. Una argucia jurídica que supone una vulneración constitucional, pero que “siempre se ha hecho a lo largo de la historia”, según apunta el propio Jordi Mercader, para recordar lo que ocurrió en Francia, con la V República protagonizada por el general De Gaulle, que se interpreta como un particular golpe de Estado, con la situación de la independencia Argelia –entonces una provincia más de Francia-- en el ojo del huracán.

Con todos los expertos ya cansados, en ese viejo castillo, aparece de improviso el monarca Felipe VI. La ficción es pertinente, pero la reflexión del rey se antoja muy creíble. Es él mismo quien rechaza los planes originales de esos prestigiosos constitucionalistas, al señalar que ya no se podrá plantear en España un referéndum sobre una reforma constitucional que no incorpore la creación o no de una república. Y es por ello que, en aras de salvar la institución, presenta la reforma en clave generacional. Él será un monarca efímero, consciente del peso que le ha dejado su padre, el rey emérito, con el desprestigio final. Pero su hija Leonor podrá ser la reina de una España federal que haya superado sus viejos miedos y sus broncas territoriales.

El castillo de Coppet en Suiza / SHUTTERSTOCK

Nada se deja al azar. Previamente se habría aprobado una Ley de la Corona, una de las carencias de la democracia española, que permitiría al rey un mayor margen de maniobra institucional, para actuar, realmente, como árbitro e intentar lograr esa reforma federal. De la reunión en el castillo de Necker sale una propuesta de reforma del artículo 167 de la Constitución y la supresión del 168; un borrador de ley orgánica de la Corona; un texto constitucional de 175 artículos; tres disposiciones adicionales y seis disposiciones transitorias; un título preliminar nuevo por completo, con la definición de España como federación, con el nombre de lls estados miembros y un reconocimiento explícito de la soberanía federal, “heredera de las soberanías a las que renunciaban las naciones de la nación para hacer efectivo el nacimiento de la Unión española”.

Todo eso se debería acometer en un determinado momento. ¿Cuándo? Es el rey quien se pronuncia: “Leonor debe ser la reina de una España federal, esta será mi herencia. Por eso es imprescindible acertar en los tiempos y en la coyuntura de la maniobra, según mi apreciación…”

Pero, ¿qué se ha inventado Mercader? Poca cosa. El castillo de Necker existe, y las historias que explica sobre Madame Stäel. Es cierto que esa reunión nunca se ha producido, pero...Mercader planteó un juego a un grupo de constitucionalistas. Los personajes del libro son cuatro, pero se dejó asesorar por cinco expertos, con tendencias distintas. No se identifica a ninguno de ellos con Madison o con Jefferson, aunque se intuyen apreciaciones. Se trata de Xavier Arbós, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona; Mercè Barceló, doctora en Derecho por la Universidad de Barcelona; Jorge Cagiao, profesor titular de Civilización Española Contemporánea en la Universidad de Tours; Alberto López Basaguren, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad del País Vasco y Javier Tajadura Tejada, profesor titular de Derecho Constitucional en la Universidad del País Vasco.

¿Reina Leonor? La España federal le espera, desde el castillo de Necker, a orillas del Lago Leman, en Coppet, Suiza. Y el libro espera a los lectores, que disfrutan en ese maravilloso entorno.