Cines y teatros: así afecta el coronavirus al mundo de la cultura
El sector, que ya se encuentra en una situación difícil, recibe un duro golpe con las restricciones propuestas por el Govern para combatir el Covid-19
12 marzo, 2020 00:00El coronavirus ya afecta a más de 150 personas tan sólo en Cataluña y este miércoles se ha cobrado su cuarta víctima mortal en el territorio catalán. El Govern ha anunciado la suspensión o aplazamiento de las concentraciones de más de 1.000 personas, tanto en espacios abiertos como cerrados, a partir de este jueves, 12 de marzo, entre otros puntos. Con todo, en el caso de que el aforo del espacio sea inferior a 1.000 personas, se podrán celebrar estas actividades solo si se ocupa un tercio del aforo máximo autorizado. Estas medidas suponen una gran afectación a un mundo de la cultura que ya venía tocado. Hace ya meses que empezaron a reivindicar más inversión a la Generalitat. Pese a mantener buenos datos de taquillas en los últimos años, no hay una crecida espectacular y ahora, sin una mayor inversión y la afectación del coronavirus pueden verse más afectados.
Ninguna sala de teatro o cine de Cataluña tiene un aforo superior a 1.000 personas, por lo que no están obligados a suspender las sesiones, pero sí a reducir la entrada a un tercio de su capacidad desde el 12 al 26 del marzo, algo que puede hacer poco rentables sus espectáculos.
Teatros
La Asociación de Empresas de Teatros de Cataluña (Adetca) celebró este mismo miércoles una reunión de urgencia --"la más triste de los últimos 28 años", aseguran-- para afrontar esta medida que los puede dejar aún más tocados. Entienden que es una decisión gubernamental y por tanto la van a acatar, pero eso no evita el impacto y que la consideren una "opción ruinosa". Subraya que la opción de limitar el aforo de la sala a un tercio las obliga prácticamente a cerrar, como han decidio hacer algunas con lo que supone "paralizar el medio de vida de muchos trabajadores de la cultura" desde actores y directores hasta técnicos y personal de sala. Lamentan que el Govern no haya organizado una reunión previa para "tratar de aminorar las graves consecuencias que suponen este cierre para su actividad", y requieren créditos para paliar "la tesorería que representará no recibir ingresos en 15 días y la devolución del dinero de la venta anticipada de las actividades suspendidas, ayudas a la actividad no ejecutada y a las estructuras y la modificación de normativas para no revocar subvenciones y facilitar los requisitos de justificación".
Otros se han mostrado mucho más molestos. El actor Joel Joan, en una intervención en Rac1 este miércoles, se preguntaba "¿estamos locos?". Acusa al Govern de obedecer a una "paranoia absurda que nos están creando los medios o no sé qué poderes fácticos". El director, que tiene en cartel Scape Room, no entiende por qué se decide cerrar salas y no el metro, donde hay más contacto físico, y lo tilda de un "golpe bajo al teatro" y a la cultura en general. Subraya que con un aforo de un tercio de las salas no se puede pagar a todas las personas que hay detrás de un espectáculo.
El Teatre Nacional de Catalunya (TNC) ha suspendido sus representaciones los 15 días que ha impuesto el Govern. Defienden que no van a poder reducir la capacidad a un tercio ya que los tres espectáculos en cartelera para esta semana, Justícia, Solitud y L'huracà, tienen el aforo vendido por encima del 90% de ocupación, por lo que van a devolver el dinero a todos aquellos que han adquirido su entrada para las funciones del 12 al 26 de marzo.
Cancelaciones y aplazamientos
Desde la Sala Beckett insistían en no alarmarse, pero la realidad es que supone un duro golpe. Muchos espectáculos no duran ni dos semanas en cartel. El teatro Tantarantana fue de los primeros en suspender el estreno y la representación de dos trabajos escénicos impulsados desde su proyecto como fábrica de creación: Els porcs també mengen verd, de Andreu Rifé (que arrancaba el 19 de marzo) y Solo, de Xavi Lozano (que ya está en marcha y dura hasta el 15 de marzo).
El Teatre Lliure, en cambio, mantiene sus funciones a un tercio del aforo hasta el próximo 26 de marzo, y a la espera de lo que vayan informando las autoridades. El teatro-auditorio de Sant Cugat ha tenido más suerte y no se ha visto obligado a cancelar ninguno de sus espectáculos, sino que los han aplazado. Lo mismo ha hecho el Centro Cultural Terrassa, que anulado las funciones previstas para estos próximos 15 días para recolocarlas en los meses siguientes.
Cine
En el caso de los cines, la historia es algo diferente. En este caso, ninguno cancela sesiones. La Filmoteca de Catalunya mantendrá su programación. La sala grande solo acogerá 120 personas y la pequeña, 60, mientras la dedicada a exposiciones podrá acoger hasta a 42 visitantes y la biblioteca apenas 14. La medida no les pilló por sorpresa. En los últimos días, reconocen que algunas escuelas habían cancelado sus visitas a los servicios educativos, pero que en número de espectadores, la semana pasada “estaban en los niveles de siempre”.
En el caso de las salas privadas, las medidas se asumen con cierto temor al impacto que pueda suponer en taquilla. Los cines Verdi ya han empezado a aplicar las medidas, han reducido a un tercio el aforo de cada una de las salas y ahora cuentan con desinfectante. Por su parte, los trabajadores de la sala disponen de guantes para evitar el contacto directo entre ellos y con los espectadores.
Separación de espectadores
Un poco más lejos lo llevan los cines Yelmo. Las salas de Madrid, la Rioja y Álava fueron las primeras en tomar medidas y ahora se les suman las de Cataluña. La exhibidora tampoco cierra sus salas y extrema las medidas de higiene con dispensadores desinfectantes y el uso de detergentes especiales para limpiar los cines. Pero además asegura que garantiza la distancia de seguridad recomendada por Sanidad y “bloquea automáticamente filas y butacas alternas para garantizar una separación mínima entre los espectadores”.
Los exhibidores mantienen que van a seguir abriendo con total normalidad, aunque reduzcan su aforo, pero tienen claro que el coronavirus va hacer daño, y esperan que “la naturaleza de los hechos no dure mucho en el tiempo para que el impacto sea menor”. Profesionales y expertos en cine como la Asociación Catalana de la Crítica y la Escritura Cinematográfica (ACCEC) recalcan que si la exhibición está teniendo consecuencias, los estrenos también se retrasan. Es el caso de la última película de James Bond, No time to die, que tenía que llegar a las pantallas de todo el mundo en abril y ahora se ha pospuesto siete meses, apunta el vocal de la asociación, Víctor Esquirol. Señala además problemas de logística, hay películas que no han llegado a festivales que está previsto que se celebren en Barcelona en las próximas semanas, como el festival de cine francófono. En este sentido, el presidente de la ACCEC, Ignasi Franch, alerta a las administraciones de que tendrán que ayudar a estos festivales "porque pueden desaparecer". Tampoco cree que cines cooperativa como el Zumzeig, del barrio de Sants de Barcelona, puedan sobrevivir si la medida se alarga en el tiempo, ya que sólo tiene una sala y reducir el aforo a un tercio supone que sólo pueden asistir 24 personas a cada la sesión y sólo tiene una sala.
Liceu
El Liceu también ha suspendido el estreno mundial de la ópera Lohengrin, de Richard Wagner, con dirección de la biznieta del compositor, Katharina Wagner, previsto para este 17 de marzo.
El problema añadido es que ya tenían el 80% de las entradas vendidas de este esperado espectáculo y ya advierten de que, por el momento, sólo mantienen las últimas cuatro sesiones y no se van a poder recolocar el resto. El director general del teatro, Valentí Oviedo, ya avanza que están estudiando el impacto económico.
Conciertos y discotecas
Pero no han sido los únicos en cancelar espectáculos. El Palau de la Música ha pospuesto este miércoles todos los conciertos y conferencias hasta el 26 de marzo "con la finalidad de contribuir a la contención" del brote de coronavirus. L’Auditori hace lo propio a partir de hoy y ya ha adelantado que devolverá el importe a todos aquellos que ya habían obtenido sus entradas.
Las salas de fiestas y conciertos no se han quedado atrás. Razzmatazz ha cancelado todos los conciertos, eventos y sesiones programados desde este jueves y durante las próximas dos semanas. La misma sala y la empresa Miles Away se han comprometido a devolver el dinero de las entradas pero advierten de que para aquellos conciertos y eventos organizados por otros promotores se deberá requerir la devolución o cambio de las entradas a cada uno de los organizadores de los mismos. La sala Apolo ha aplicado la misma medida, cerró esta pasada noche a las 00:00 horas y hasta el 26 de marzo, y deja en manos de las promotoras la devolución de las entradas.
Promotoras y festivales
Por su parte, algunas promotoras de conciertos ya se han pronunciado. The Project ha pospuesto ocho recitales programados en Barcelona y Sant Cugat (Barcelona) desde este miércoles hasta el jueves 26 de marzo. Entre estos, está el de la banda Second, que se ha aplazado al viernes 24 de abril, en el Barts, y el de India Martínez se retrasa hasta el sábado 17 de mayo, en el Auditori del Fòrum.
Tampoco se han salvado los festivales de música. La 39 edición del Festival de Jazz de Terrassa, que empezaba este mismo miércoles y se extendía hasta el 29 de marzo, se ha aplazado después de la decisión del Govern. El Vida de Vilanova y la Geltrú (Barcelona), previsto para verano, ha pospuesto su fiesta de presentación, que iba a celebrar este jueves, pero adelanta que está previsto que el festival se celebre "con total normalidad", y que los representados por la Asociación de Festivales de Música (FMA) están trabajando según lo previsto.
Museos y libros
Un poco más al margen se encuentra el mundo de los museos. A ellos no les afecta, reconocen desde la consejería de Cultura y el propio presidente de la Asociación de Museólogos de Cataluña, Vicens Tarré. El también director del Museu de la Terrissa de Quart admite que están a la expectativa pero que tras la decisión del Govern de activar la fase 1 del plan de alerta Procicat este jueves, la mayoría de museos ya han cancelado todas las actividades educativas que tenían previstas y que suponían una fuente de ingresos para un sector muy tocado. Asimismo, Tarré no descarta que algunos museos se planteen cerrar.
Mención aparte merece una de las fiestas catalanas más tradicionales e importantes: Sant Jordi. El gremio de editores de Barcelona asevera que trabaja con "normalidad" para la celebración del día del libro, para el que todavía falta más de un mes y medio. No obstante, están a la espera de la evolución de los acontecimientos, como también lo está el departamento de Cultura del Govern.