Imagen de la serie 'I Am The Night', sobre la Dalia Negra

Imagen de la serie 'I Am The Night', sobre la Dalia Negra

Cine & Teatro

El misterio de la Dalia Negra

La serie 'I Am the Night' recupera la historia de uno de los crímenes más misteriosos y conocidos en Estados Unidos

6 abril, 2019 00:00

El 15 de enero de 1947, el cadáver de una chica de 22 años llamada Elizabeth Short apareció en un terreno sin edificar de la ciudad de Los Ángeles. El asesino se había enseñado con ella, pues el cuerpo, además de estar cortado por la mitad, mostraba huellas de tortura y extremo maltrato. Elizabeth Short había llegado a Hollywood para triunfar en el cine, pero sus sueños acabaron de manera abrupta, aunque consiguió pasar a la historia con el nombre que le puso la prensa en su momento, la Dalia Negra (hay una novela de James Ellroy al respecto, así como su desangelada adaptación al cine por un Brian de Palma en horas bajas).

El enigma se convirtió en una leyenda y no fue oficialmente resuelto hasta el año 2003, cuando apareció The black dahlia avenger, un libro escrito por Steve Hodel, un expolicía de Los Ángeles que dedicó años al tema, hasta llegar a la desasosegante conclusión de que el asesino que se había ido de rositas era su difunto padre, el doctor George Hodel, ciudadano ejemplar de día y perverso criminal de noche, dueño de una clínica de abortos clandestinos y organizador de unas fiestas salvajes en las que no faltaban políticos, policías, gente del cine y demás pilares de la sociedad. Aunque el tipo tenía cierta fama de turbio, nunca se le investigó.

La serie I Am the Night, emitida por TNT, basa sus seis capítulos en los recuerdos de la nieta del doctor, Fauna Hodel, que era también su hija, pues era fruto del incesto del perverso Hodel con su propia hija (Connie Nielsen en modo Joan Crawford). Dada en adopción a una mujer negra, Fauna se plantó en Los Ángeles de adolescente en busca de sus auténticos padres, y lo que encontró fue una pesadilla horrorosa. Ambientada en 1965, I Am the Night narra las desventuras de la pobre chica (India Eisley), ayudada por un periodista en las últimas que no volvió muy fino de la guerra de Corea (un sorprendentemente brillante Chris Pine) y que lleva obsesionado por la Dalia Negra desde la aparición de su cadáver.

De especial interés para los devotos del crimen de la Dalia Negra —entre los que me incluyo—, la serie escrita y creada por Sam Sheridan es un genuino descenso a los infiernos, pero siempre bajo el sol inclemente de California, que se nos presenta como un lugar seguro hasta que cae la noche. Es entonces cuando chiflados funcionales como el doctor Hodel entran en acción, y, de hecho, éste es el personaje mas interesante de la trama en su condición de monstruo con poder y buenas relaciones que admira al marqués de Sade y cree que todo le está permitido porque es un ser superior (el aspecto elegantemente siniestro de Jefferson Mays es ideal para el papel).

En su momento, Hodel se dedicó a enviar cartas sarcásticas a la policía en las que retaba a las fuerzas del orden a que lo detuvieran. La última fue muy breve, solo decía “Atrapadme si podéis”. Hodel desapareció un buen día y no se volvió a saber nada de él. Tuvieron que pasar décadas hasta que su hijo y su nieta descubrieran la horrible verdad, pero el monstruo se salió con la suya.