Las 12 obras de arte más caras del mundo
'Salvator Mundi', de Da Vinci, bate un récord en el mundo de las subastas por la "exclusividad" de la pieza y la "escasez" de pinturas del autor
17 noviembre, 2017 00:00“¿Alguien da más? 450 millones a la una, 450 millones a las dos, y 450 millones a las tres. ¡Adjudicado!”.
La compra-venta del Salvator Mundi por 450,3 millones de dólares (382,5 millones de euros al cambio actual) es la más elevada de la historia. El sector de las subastas está de enhorabuena. Por no hablar del afortunado que tenía en su poder esta obra, la única de Leonardo Da Vinci que sigue en manos privadas.
Poca producción
La puja duró 20 minutos. Y mereció la pena. Las casas de subastas celebran la internacionalización de este hecho y auguran un efecto activador. Es un indicador de que el mercado internacional funciona. Es un reflejo de que va bien y de que las piezas de gran categoría tienen clientes en el mundo. En estos términos se expresa el director general de Goya Subastas, Mariano Blasco de Bustos.
Blasco aporta argumentos a tamaño desembolso: la producción de Da Vinci, el genio renacentista, es “mínima”. El comprador busca “exclusividad” y este cuadro colocará la colección donde recaiga entre “las primeras del mundo”. Tener una pieza así “es un privilegio”.
El nuevo coleccionista prefiere arte contemporáneo
La directora de Subastas Segre, Mercedes de Miguel, riega estos argumentos: “Primero, es Leonardo, un artista número uno con poca obra”. Ella añade que “no habrá más piezas” del autor de La Gioconda en el mercado, porque la mayoría de su producción, como la Mona Lisa, está en museos como el Louvre de París.
¿Inflacionará esta subasta el mercado? De Miguel lo niega: “Los precios van en función del artista. Si sale un Leonardo similar subiría más, pero no un Picasso”. “Tardarán mucho en batir el récord”, vaticina. “Hablamos de una obra concreta”, matiza su compañero de profesión. Es decir, no afectará a los precios.
La directora de Segre subraya que, además, se trata de pintura antigua. Hasta ahora, la obra clásica más cara era Lot y sus hijas, de Rubens, por la que pagaron 52,4 millones de euros en 2016. Una diferencia abismal con el desembolso realizado en el Christie's de Nueva York. Blasco apunta aquí que “el arte antiguo se va recuperando”. Pero son modas. Y hoy, el nuevo coleccionista adinerado prefiere arte contemporáneo.
Interactivo: las 12 obras de arte más caras de la historia
Basta con repasar la lista del arte más caro para comprenderlo. De las 12 primeras obras de la lista, solo tres son anteriores al siglo XX: Salvator Mundi; el cuadro ¿Cuándo te casas? (1892), de Paul Gauguin, y la pintura de Paul Cézanne Los jugadores de cartas (1893).
Y solo cuatro subastas aparecen en la relación (Salvator Mundi; Las mujeres de Argel, de Picasso; Tres estudios de Lucian Freud, de Francis Bacon; y la escultura El hombre que apunta, de Giacometti). El resto correspone a compra-ventas entre particulares. “Picasso es ya casi un clásico en las colecciones”, concluye Blasco.
Las mayores ventas en España
En este escenario, anecdóticas son las mayores ventas realizadas en España mediante subasta. Desde Subastas Segre recuerdan que el récord fue el pago de 8 millones de euros (el precio de salida), en abril, por Retrato de una niña, atribuido a Velázquez. Una operación intermediada por Abalarte.
En Goya Subastas se ponen como ejemplo: adjudicaron en 2013 la pintura Lunaris (1928), de Francis Picabia, por 742.000 euros. Su precio de salida estaba entre los 300.000 euros y los 400.000 euros.
Dos modelos
Finalmente, cabe señalar los distintos modelos de subasta existentes. En España, los objetos parten con un precio de salida, fijado mediante variables (autor, época, ventas anteriores similares). Éste solo puede subir en las pujas. Pero en los países anglosajones, las ofertas pueden comenzar por debajo del denominado precio de reserva y, si no se alcanza dicha cantidad, la obra se da por no vendida.
En cualquier caso, y especialmente en lotes de elevada cuantía, las casas de subastas solicitan de los clientes no habituales una garantía (una carta del banco y la documentación personal). Los intermediarios, las casas de pujas, cobran comisión al vendedor y al comprador.