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Sorpresa en un conocido castillo medieval de Cataluña. Las últimas excavaciones junto al castillo de Mur, en el Pallars Jussà (Lleida), han dado a conocer más información sobre los antiguos habitantes de la zona.

La última campaña arqueológica, liderada por la arqueóloga Marta Sancho, se centra en delimitar los muros que definían las estancias del antiguo hábitat asociado al castillo. Y hay novedades.

En la parte baja del recinto, los expertos han identificado un muro ciclópeo que podría datar de la época visigoda. “Las evidencias nos hacen pensar que este poblado es anterior a la fortaleza medieval”, explica Sancho. 

Los restos hallados en la colina muestran diversas fases de ocupación entre los siglos IX y XI. Se trata de muros, estructuras y lo que podría ser una calle, lo que indica que no se trataba únicamente de una fortificación militar, sino de un espacio habitado.

Una nueva revelación

Lo destacado de los hallazgos es que revelan que aquí habitaban pueblos visigodos, antes incluso de la construcción del castillo de Mur. La fortaleza se documenta desde el año 969 y cuya construcción se atribuye al siglo XI, posteriores a los restos hallados.

Aunque alrededor de la Colegiata de Santa María de Mur ya existen referencias documentadas a un hábitat medieval de unas cien construcciones, hasta ahora no se ha hallado aún documentación escrita del poblado que la rodeaba. 

Qué se ha hallado

Marta Sancho apunta que, por ahora, es prematuro hablar del número exacto de construcciones. Sin embargo, los hallazgos de cerámica del siglo IX sugieren la presencia de estructuras muy anteriores a la fortaleza.

Los arqueólogos trabajan ahora en excavar progresivamente la parte superior del muro ciclópeo. Tratan de llegar a niveles inferiores, donde esperan hallar más restos que confirmen la existencia de este poblado visigodo

Vistas del Castillo de Mur PATRIMONI DE CATALUNYA

Por ahora, los investigadores se concentran en la última fase de ocupación, que no se remonta más allá del siglo XIII-XIV, pero esperan que futuras excavaciones revelen más sobre la vida cotidiana de los habitantes de esta colina milenaria.

La campaña busca, además de delimitar estructuras, obtener suficientes evidencias para datar con precisión la ocupación del lugar. Un espacio muy preciado.

El castillo

El Castillo de Mur se alza sobre un acantilado rocoso, lo que le confería una posición defensiva estratégica en la Edad Media. Su torre circular, conservada en muy buen estado, cuya parte baja data del siglo X, fue clave para esta defensa.

Los muros exteriores, adosados a la torre, refuerzan su carácter defensivo, con grandes ventanales que probablemente se usaban como cadalsos o puntos de vigilancia.

Los nobles de la fortaleza

El castillo está, y estuvo, dividido en dos ámbitos: al sur, un espacio alrededor de la torre, y al norte, una zona más residencial, conectados mediante un pequeño patio de armas con cisterna.

A lo largo de los siglos, el castillo pasó por manos de distintos nobles, entre ellos Arnau Mir de Tost, figura clave en la defensa del territorio frente a la invasión musulmana en la península ibérica. 

Él defendió el fortín e incluso la Colegiata de Santa María de Mur, un templo religioso situado a tan sólo 100 metros del castillo que defendía los valores cristianos de entonces. Y es que por aquella época se dio la invasión musulmana de Iberia.

Tras la victoria contra los invasores. Ramon IV de Pallars, gobernante de la zona, cedió a Mir de Tost el castillo de Mur y a su hija Valença le otorgó los de Llimiana y Montañana a cambio de quince onzas de oro de Barcelona. Así se inició una nueva organización territorial en la frontera.

Cuándo visitarlo

Desde entonces, la fortaleza de Mur pasó por varias manos y fue habitado por la familia de los Mur y del conde de Pallars. Gracias a ellos, el castillo se conserva, si no intacto, en muy buen estado y todavía se ve a lo lejos cuando uno se acerca al Montsec.

Por su arquitectura y estado de conservación, esta fortaleza se ha convertido en el emblema de los castillos de frontera de los condados catalanes. A pesar de que su estructura arquitectónica es sencilla sus muros son impresionantes. Una visita a su interior lo demuestra.

Castillo de Mur CATALUNYA TURISME

Se puede hacer perfectamente. La entrada, de unos seis euros, permite conocer la historia de la fortaleza y acceder a la Colegiata de Santa María de Mur, un templo agustiniano fundado en 1069 en estilo románico-lombardo.

Cómo llegar

Al castillo se llega en una hora y media desde Lleida. Se va por la carretera C-13 en dirección a Tremp, donde ya aparecen las indicaciones hacia Castell de Mur, yendo por carreteras locales.

Desde Barcelona, se recomienda tomar la autopista AP-2 en dirección a Lleida. Tras unos 150 kilómetros, se toma la salida 5 hacia la carretera C-25 y se continúa por la C-13 en dirección a Tremp.

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