Parece una masía, pero es una capilla: uno de los rincones con más historia de Cataluña

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Historia

Parece una masía, pero es una capilla: uno de los rincones con más historia de Cataluña

Los elementos que más destacan son una pieza escultórica procedente de la iglesia de los Àngels de la Llosa y un panteón familiar excavado en el suelo

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Hay iglesias que no tienen aspecto de ser templos de Dios. Al menos, no son los tradicionales. Hay que son redondas, de estilo brutalista, vanguardistas y, otras, más modestas, parecen casas.

Cataluña tiene alguna de estas iglesias que, a simple vista, podrían parecer viviendas rústicas  incluso masías. Una de ellas es la capilla del Roser de Lles, una pequeña ermita ubicada a 1.471 metros de altitud que sorprende por su estilo y por los secretos y tesoros que escondo.

Para empezar, para estar en el Pirineo catalán se aleja del estilo románico tradicional. Si bien su construcción es de piedras, como las casas de la zona, los expertos aseguran que esta iglesia pertenece a la época barroca, pero conserva elementos singulares de carácter arquitectónico y artístico, que pocos relacionarían con ese estilo.

La capilla presenta planta cuadrada y un ábside poligonal cubierto con bóveda de nervaduras. El arco toral se halla decorado con motivos vegetales propios de la época de construcción. La fachada principal, orientada al suroeste, dispone de una puerta de arco de medio punto formada por dovelas bien escuadradas, sobre la cual se abre un ojo de buey realizado con la misma técnica. 

Una iglesia austera

Si no fuera porque el conjunto está coronado por un campanario de espadaña de pequeñas dimensiones, un visitante podría pensar que es una masía sin más. Su carácter rural y sencillo lo evidencian.

En el interior, el espacio también es austero. Los elementos que más destacan son una pieza escultórica procedente de la iglesia de los Àngels de la Llosa y un panteón familiar excavado en el suelo.

Una cruz griega en su interior

Aunque sí hay un objeto que brilla en esta capilla es una cruz griega tallada en un bloque de piedra caliza, un material poco habitual en la zona. Se trata de una pieza singular y poco conocida que muestra en bajorrelieve la figura de Cristo en Majestad. 

La representación es arcaica: la cabeza aparece desproporcionadamente grande respecto al resto del cuerpo y los brazos son alargados. En el rostro se distinguen algunos rasgos escultóricos, como los ojos redondos, la nariz, la boca y la barba.

Cruz griega de la capilla del Roser

Cruz griega de la capilla del Roser CERDANYA TURISME

La figura porta un sombrero cónico y el cuerpo se resuelve como un volumen ovalado que alude a una túnica, de la cual sobresalen las piernas. Los brazos se representan en gesto de flexión y terminan en manos poco definidas. 

Los pies, igualmente esquemáticos, completan la composición. La sencillez del modelado contrasta con la intención simbólica de la pieza, que fue trasladada desde el santuario de los Àngels de la Llosa hasta la capilla de Lles.

Un panteón y una ermita previa

En el centro de la capilla se encuentra un panteón familiar excavado en el suelo y cubierto con una losa de granito. Este elemento refuerza el carácter funerario que en distintos momentos de su historia tuvo el entorno de la parroquia de Lles, donde originalmente se situaba el cementerio.

En el siglo IX, Lles ya constaba como una de las parroquias del obispado de Urgell. La iglesia parroquial estaba dedicada a San Pedro y se correspondía con el edificio que más tarde sería conocido como capilla del Beneficio o del Roser, advocación instituida por el papa Gregorio XIII (1502-1585). 

Devoción por la Virgen del Roser

Esta devoción se popularizó de manera significativa en la época moderna, extendiéndose por buena parte de la geografía catalana. En un espacio de piedra anexo a la antigua parroquia se localizaba el cementerio, que más tarde fue trasladado frente a la actual iglesia parroquial de San Pedro. 

En la visita al conjunto se aprecia la ausencia de rasgos románicos originales, ya que el cementerio volvió a ser reubicado junto al lado derecho del templo, en el lugar donde posiblemente se situaba el ábside.

Durante los siglos modernos, las aportaciones económicas procedentes de América llegaron hasta estos territorios pirenaicos. Parte de esos fondos se destinaron a la reconstrucción, modificación o edificación de nuevas iglesias, en un proceso común a muchas localidades de la Cerdanya y del obispado de Urgell.

Cómo llegar

Quien quiera conocer esta capilla puede hacerlo en coche, pero con viajes d elarga duración. La capital catalana más cercana es Lleida, que está a dos horas y cuarto. El itinerario discurre por la C-13 y, al llegar a Adrall, se enlaza con la N-260 hacia Puigcerdà. A la altura Martinet, se toma el desvío por la carretera LV-4036, que asciende hasta el núcleo de Lles de Cerdanya, donde se encuentra la capilla.

Desde Barcelona es un cuarto de hora más de viaje. Se va por la C-16 en dirección al Túnel del Cadí, que conecta directamente con la comarca de la Cerdanya. Tras pasar el peaje y descender hacia Bellver de Cerdanya, se enlaza con la N-260 hacia Puigcerdà hasta llegar a Martinet.