La obra modernista de Gaudí, las Teresianes de Ganduxer

La obra modernista de Gaudí, las Teresianes de Ganduxer TERESIANES DE GANDUXER

Historia

La obra modernista de Gaudí donde estudió Rigoberta Bandini: un colegio pijo y religioso, en la zona alta de Barcelona

El arquitecto de Reus fue la segunda opción pero logró convertir esta escuela en un monumento

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Rigoberta Bandini lo ha vuelto a hacer. Este pasado 1 de febrero la cantante catalana se subió al escenario del Benidorm Fest con varias mujeres mayores y ha causado sensación.

La cantante regresaba a este certamen tras arrasar con su temazo Ay, mamá, que no resultó ganadora. La verdad que poco le importó, porque desde entonces se convirtió en una referente para el feminismo y una artista de éxito.

De Benidorm a los Goya

Lo demostró de nuevo este 2025 con el estreno de la canción Kaiman en el Benidorm Fest. La aparición de varias mujeres mayores que hacían las funciones de banda y de cuerpo de baile hizo estallar en gritos a los asistentes y su actuación se ha vuelto viral.

Su fama ha llegado a tal punto que, hace menos de dos años decidió retirarse de los escenarios temporalmente para digerir todo. Su regreso demostró que no sólo fue necesario, sino que le sirvió para volver más fuerte que nunca. Y este 2025 promete que va a ser otro lleno de éxitos. Siguiente parada: actuar en la gala de los premios Goya.

Dónde estudió

Poco se esperaba la joven Paula Ribó, su nombre original, que su fama llegaría a tanto. Su colegio no era un lugar para destacar, les obligaban en ir en un uniforme, una vestimenta “que odiaba”, como ella misma confesó en alguna ocasión, pero con el que se ha vestido en alguna actuación mientras lo hacía “saltar por los aires".

Ribó, en cualquier caso, está amistada con esa época y ese barrio en el que creció. Ella se crió en Sant Gervasi, en la escuela de las Teresianes de Ganduxer y eso es mucho. El barrio es uno de los más pijos de Barcelona, los pisos de esa calle tampoco es que sean baratos, pero es que además el edificio de su colegio fue diseñado por el mismísimo Antoni Gaudí. Quién sabe si la creatividad de las paredes de ese edificio, una de las joyas menos conocidas, pero más fascinantes del genio modernismo, la inspiró. 

De cuándo es

Construido entre 1888 y 1890, este edificio encarna la capacidad del arquitecto de Reus para adaptar las obras a sus encargos. La funcionalidad de la construcción y la austeridad requerida para un colegio religioso se fusiona con la belleza y el imaginario de Gaudí, siempre con toques espirituales.

El arquitecto recibió el encargo de San Enrique de Ossó, fundador de la Congregación de las Religiosas Teresianas. El entonces obispo deseaba crear un convento y un colegio femenino en un espacio que irradiara sobriedad y recogimiento, en sintonía con los principios de la orden. 

Fachada de las Teresianes de Ganduxer

Fachada de las Teresianes de Ganduxer TERESIANES DE GANDUXER

Un proyecto recogido por Gaudí

Inicialmente, la obra fue encomendada al arquitecto Joan Baptista Pons i Trabal, pero su diseño resultó demasiado convencional. Fue entonces cuando Ossó recurrió a Gaudí, sabiendo que el arquitecto catalán no solo era un artista innovador, sino también un hombre profundamente devoto.

La intervención de Gaudí transformó por completo el concepto inicial del edificio. Aunque respetó la planta en forma de U diseñada por su predecesor, el arquitecto introdujo soluciones innovadoras que eliminaron la necesidad de contrafuertes, reemplazándolos con arcos catenarios y una estructura que optimizaba la luz natural y la ventilación. 

Colegio gótico y modernista

La obra, en cualquier caso, mezcla su pasión por la luz y su toque modernista con el gótico catalán, mucho más austero y acorde con el proyecto. Así, Gaudí creó un edificio sobrio, realizado en ladrillo visto, pero con un juego de volúmenes y texturas que le otorgan un dinamismo único.

La fachada es uno de los elementos más llamativos del colegio. Se alza con una imponente sobriedad, coronada por almenas que evocan un castillo medieval, posible referencia a Las moradas de Santa Teresa de Jesús. 

Diseño

La entrada principal, protegida por una magnífica reja de hierro forjado moldeada en plomo por el maestro artesano Joan Oñós, presenta un diseño simbólico donde destacan los corazones de Jesús y Santa Teresa, una estrella y la cruz central, así como los colores de la bandera catalana.

Esa fue la entrada que cada día cruzaba Rigoberta Bandini. Allí, en el interior de la escuela se abría también todo un universo único organizado en tres secciones, con amplios pasillos que garantizan una circulación fluida y patios de luz que inundan de claridad los espacios comunes. 

Cómo es el colegio

La estructura de los corredores es un homenaje a la geometría natural: una serie de arcos catenarios que proporcionan solidez a la construcción y crean una atmósfera de recogimiento y serenidad.

El edificio consta de cuatro pisos, cuya altura decrece progresivamente, reforzando la sensación de equilibrio y proporción. En el diseño original, la distribución respondía a la función educativa y conventual del colegio.

Toque místico

En la planta baja se ubicaban las aulas, despachos, comedor y cocina; en el primer piso, los dormitorios de las monjas; en el segundo, las habitaciones de las internas; y en el último nivel, un espacio para ejercicios espirituales.

Uno de los detalles más enigmáticos es una escalera de catorce peldaños que no conduce a ninguna parte. Se cuenta que Gaudí la dejó así deliberadamente, como una metáfora del camino hacia Dios, que no siempre tiene un final visible.

Vegetación estudiada

Otro elemento peculiar es un pequeño pilar solitario en una de las columnatas, que el arquitecto dejó sin adornos y sin función aparente, argumentando que representaba a Dios, cuya presencia no necesita ornamentos.

Gaudí no solo diseñó el edificio, sino también los jardines que lo rodean. En ellos dispuso pinos y palmeras que evocan el paisaje mediterráneo y caminos sinuosos con bancos de piedra, en un adelanto de las soluciones que más tarde emplearía en el Park Güell. Su intención era crear un ambiente que invitara a la meditación y al aprendizaje en un entorno de paz y armonía con la naturaleza.

Las Teresianes de Ganduxer

Las Teresianes de Ganduxer TERESIANES DE GANDUXER

Atacado y protegido

El colegio fue inaugurado en 1890 y desde entonces ha mantenido su función educativa. Durante la Guerra Civil, el edificio sufrió daños y sus planos originales se perdieron, aunque su estructura permaneció intacta.

En 1969, el conjunto fue declarado Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional, consolidando su valor patrimonial y arquitectónico.

Cómo es ahora

Lo más interesante de todo, más allá de que fuera una obra de Gaudí y que fuera la escuela de Rigoberta Bandini es que, hoy en día, las Teresianes de Ganduxer siguen activas. Sus aulas aceptan alumnos de casi todas las áreas educativas, de infantil a bachillerato.

El enorme espacio, que supera de largo los 2.000 metros cuadrados, permite dar cabida a miles de alumnos que cada año, previo pago, se educan allí. Los estudiantes disfrutan además de diversidad de patios, un polideportivo, varios labortoris y una amplia biblioteca.