Iglesia de Sant Romà
La iglesia más olvidada de Cataluña está en este pueblo de Lleida: un Bien de Interés Cultural en riesgo
Esta ermita aparece en la lista roja de conjuntos patrimoniales en peligro de derrumbe
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La catalogación de un edificio como Bien Cultural de Interés Nacional o Local puede sonar muy rimbombante, pero no siempre es lo que parece. Sí, el título se da a edificios de un gran valor arquitectónico, histórico y cultural, pero no siempre es protegido como es debido.
Prueba de ello es la cantidad de monumentos que llevan este título y se encuentran abandonados, cuando no directamente en peligro. Hasta 38 monumentos de Cataluña se encuentran en esta situación.
En la lista roja
La plataforma Hispania Nostra, hace años que se dedica a recoger el reporte del estado de conservación de algunos de los edificios históricos españoles que forman parte del patrimonio nacional y local. Y hace unas semanas agregaron nuevos edificios a la lista roja, que señala los que están a punto de derrumbarse.
Uno de estos edificios recién incorporados es una iglesia de Lleida que parece estar en peligro de extinción. Se trata de la iglesia de Sant Romà de Massivert, un pequeño templo románico del siglo XI enclavada en las alturas de la Noguera.
Dónde está
El templo del siglo XI es toda una reliquia que se mantiene en pie a duras penas. Situado en el núcleo abandonado de Massivert, a 1.323 metros de altitud, este templo empieza a ser engullido por toda la naturaleza que le rodea, debido a la desidia y desatención de las diferentes administraciones.
Lo cierto es que a pesar de estar declarada Bien Cultural de Interés Local, la ermita Sant Romà se enfrenta a un estado crítico que podría conducir a su desaparición si no se actúa con urgencia para su restauración. Al menos, así lo reconocen las autoridades locales.
Ayuntamiento en alerta
El propio Ayuntamiento de El Pont de Suert, municipio al que pertenece la iglesia, se ha hecho eco de la aparición de la iglesia en la lista roja de Hispania Nostra. Reconoce que ha servido como toque de atención.
En palabras del consistorio, este reconocimiento debe servir para prestar atención a este edificio, del que apenas se ocuparon. Asimismo, pide la movilización tanto de las instituciones públicas como del sector privado para echar una mano y proteger un legado cultural que define a una comarca como la Alta Ribagorça.
Historia de la iglesia
La iglesia de Sant Romà de Massivert tiene sus orígenes a finales del siglo XI, aunque el nombre del lugar ya aparece documentado en el siglo X. El cartulario del monasterio de Santa Maria de Lavaix menciona que en el año 939 el conde Unifredo I de Ribagorça entregó el villar de Manciverti al abad Adroer bajo la autoridad del obispo Atón.
Más tarde, durante el siglo XII, la iglesia de Sant Romà fue listada como sufragánea de Sant Bartomeu d’Erta, en un inventario del monasterio de Lavaix, al que perteneció hasta el fin del Antiguo Régimen.
Cómo es
La iglesia, construida con piedra tosca y sin decoración lombarda, es un ejemplo sencillo pero significativo del románico rural catalán. Su planta consta de una sola nave cubierta con una bóveda de cañón, rematada al este por un ábside semicircular con una ventana de medio punto monolítica.
La entrada, ubicada en la fachada occidental, está formada por dovelas rústicas que sostienen un sencillo rosetón. Por encima de la puerta se eleva un campanario de espadaña de dos ojos que, junto con la estructura general del templo, refleja una austeridad que es característica de las iglesias de montaña.
Estado actual
A lo largo de los siglos, la iglesia ha sufrido remodelaciones que han alterado ligeramente su forma original. Una de las más importantes fueron realizadas durante el siglo XII, pero también en épocas posteriores. Hasta que cayó en el olvido.
Es cierto que Sant Romà de Massivert se encuentra en una zona despoblado a la que solo se accede a pie, pero es que el edifico permanece rodeado de vegetación y amenazado por las inclemencias del tiempo y el abandono.
Cómo llegar
Las paredes y techos están afectados por la erosión y las condiciones climáticas extremas de la zona, mientras que la falta de uso y cuidado ha permitido que se convierta en un espacio vulnerable.
Acceder hasta ella tampoco es fácil. Implica realizar una caminata de unos 40 minutos desde el cercano núcleo de Erta. El camino cruza un espacio vedado y pasa por las colinas del Prat de l’Hort y Tous.
¿Y ahora, qué?
Este aislamiento y el hecho de estar fuera de las rutas y zonas turísticas contribuye al deterioro del templo, ya que la falta de accesibilidad complica cualquier intento de restauración o mantenimiento.
En definitiva, se acusa al despoblamiento de Massivert y a la invasión de la vegetación en el entorno de la iglesia del estado de semiocultación en el que se encuentra. Por ahora, el ayuntamiento de Pont de Suert se ha puesto las pilas. Verse en la lista roja de patrimonio en riesgo, le ha servido de revulsivo y espera poder cambiar la situación de esta iglesia.
