Castillo de Les Fonts

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Historia

El inacabado castillo de Cataluña con obras robadas a Gaudí: una fortaleza del siglo XX a media hora de Barcelona

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Cataluña tiene más de 600 castillos por todo el territorio. De algunos solo quedan las ruinas, otros se encuentran en perfecto estado, pero solo hay uno que está completamente inacabado. Y lo más curioso de todo es que es una obra del siglo XX.

No se trata del palacio de Cap Roig de la Costa Brava, sino de uno que se encuentra a tan solo media hora de Barcelona y que inició su construcción en los años 60 del pasado siglo. Se trata de una fortaleza que quiso erigirse, además, en plena ciudad y no precisamente en un momento, una extravagancia de unas dimensiones descomunales.

Dónde está

El castillo se encuentra en el núcleo de Les Fonts, al sur de Terrassa. Es de un tamaño imponente y de una belleza que no es fácil apreciar, de hecho, no deja a nadie indiferente. Se trata de una fortaleza postindustrial que combina elementos medievales con un estilo ecléctico e incluso lo han definido como surrealista. 

Su peculiaridad no solo reside en su arquitectura, sino también en su historia y en la figura de su creador, Jacinto García Mas, un empresario apasionado por las antigüedades. Una pasión que no fue suficiente para llevar a cabo esta gran obra.

Un almacén particular

La historia del Castillo de Les Fonts se remonta a finales de los años 60 del siglo XX, cuando este catalán, conocido como "el Cinto", decidió construirse un almacén para su creciente colección de antigüedades. No quería que fuera un trastero sin más, sino que su imagen exterior tuviera relación con su interior.

Esto era sólo una afición, García se dedicaba inicialmente a la venta de vino, pero comenzó a interesarse por los objetos antiguos que adquiría de masías y casas en venta. Su afición lo llevó a imaginar este espacio único donde almacenar su peculiar inventario y fue entonces cuando nació esta fortaleza. 

Buen propósito, ejecución dudosa

La idea parecía buena, aunque el resultado no lo fue tanto. Más allá de que no se haya podido construir, esta fortificación es un auténtico pastiche arquitectónico que combina torres, fosos, gárgolas y almenas, junto a bustos románicos y forjados con reminiscencias modernistas.

Todo parece una amalgama puesta de cualquier manera. Digno de un almacén, pero difícil de mirar. Sus defensores alegan que esta apariencia caótica refleja la personalidad y las limitaciones de su creador. 

Detalle del Castillo de Les Fonts

Detalle del Castillo de Les Fonts FLICKR

Cómo es

La construcción ha contado con el trabajo intermitente de varios albañiles que, cobrando poco, realizaban las tareas en sus tiempos libres o cuando las empresas para las que trabajaban cerraban temporalmente. Una historia que explica esta sensación de pastiche.

En el interior, destacan escaleras laberínticas, espacios inacabados y una sola habitación completa, donde residía su propietario. La construcción, marcada por las imperfecciones propias de los trabajos esporádicos de diversos albañiles, ha sido moldeada sin un esquema fijo, pero las joyas que hay en su interior pueden dejar a más de uno sorprendido.

Un Gaudí en su interior

Entre los tesoros más destacados de su colección se encuentran un par de esculturas barrocas de media tonelada de peso cada una, atribuidas al escultor del siglo XVIII Antoni Ribera. Otra cosa que sorprende son las estatuas de Sant Ramon y Sant Domènec, procedentes de la Casa Milà de Barcelona (popularmente conocida como La Pedrera). Estas esculturas son especialmente raras, ya que solo existen ocho reproducciones en todo el mundo. 

Y esto no es lo único salido de una obra de Gaudí, hay mobiliario salido de la mente del genio modernista. Así, se encuentran la colección policromados del Palacio de Pedralbes, dos puertas con pinturas japonesas que Gaudí instaló originalmente en La Pedrera, y una vitrina que perteneció a los condes de Urgell. A todo ello cabe sumarse piezas de marquetería de caoba del siglo XX y, como objeto de gran curiosidad, la bañera que, según se dice, perteneció a Luis XVII de Francia.

Una historia oscura

Todo ello levantó muchas sospechas en su día, hasta el punto que en 1983 Jacinto García fue detenido por la posesión de varias piezas de arte robadas. Según el propio Cinto, todo fue una confusión de la policía. El coleccionista aseguró que había adquirido un lote de antigüedades por valor de 450.000 pesetas, por el que había pagado 150.000, pero que al examinar el material con más detenimiento, descubrió que su valor real era mucho mayor y quiso deshacerse de él

El vendedor confesó posteriormente que las piezas habían sido robadas de una masía abandonada en Cervià de Ter, motivo por el que fue detenido García. Eso sí, aunque Cinto devolvió gran parte del botín, conservó algunas piezas como compensación por el adelanto económico que había realizado.

La policía, tras seguir las pistas de las piezas, algunas de las cuales incluso cruzaron la frontera hacia Francia, llegó al castillo. Jacinto García argumentó que disponía de todos los recibos necesarios para demostrar la legalidad de sus compras y atribuyó su detención a la envidia de otro coleccionista. Finalmente, recuperó su libertad provisional tras seis días, previo pago de una fianza de 100.000 pesetas.

La historia es rara y genera cierto desconcierto. Como el castillo, que en pleno siglo XXI sigue casi impecable e inacabado, con buena parte de esas piezas y sin que nadie le preste atención más que por su aspecto desangelado y su particular estilo.

Cómo llegar

Para llegar al Castillo de Les Fonts desde Barcelona en coche, el trayecto toma aproximadamente 30 minutos, dependiendo del tráfico. Desde el centro de Barcelona, se debe ir por la C-58 en dirección a Terrassa.  Al llegar a la salida 16, se sigue por la carretera BV-1275 hacia Les Fonts. Una vez en el núcleo urbano, el castillo se encuentra cerca de la riera de Les Fonts y a pocos metros de la estación de los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña.

De hecho, otra opción es ir en tren. Desde la estación de Plaça Catalunya, se debe tomar la línea S1 de FGC en dirección a Terrassa. El tren realiza varias paradas antes de llegar a la estación de Les Fonts, situada muy cerca del castillo. Se tarda solo 40 minutos.