Nos encanta explorar las ciudades, ya que hay muchas que son fascinantes y nos permite sumergirnos en el pasado y comprender mejor la evolución de nuestra sociedad.
Cada calle, cada plaza y cada edificio tienen algo que contar, revelando así los secretos de quiénes vivieron allí y de cómo sus vidas dieron forma al presente.
La historia puede parecernos aburrida, pero nos permite retroceder en el tiempo y aprender cosas que no sabíamos.
La muralla de Girona
Girona es un maravilloso municipio catalán que tiene muchos lugares de interés que ofrecer, pero destacaremos uno de ellos: su espectacular muralla.
Esta muralla es una construcción carolingia defensiva de piedra arenisca con cuatro puntos de acceso, con varios torreones y con vistas panorámicas de la ciudad.
El primer recinto de esta muralla data, ni más ni menos, que del siglo I antes de Cristo, coincidiendo con la fundación romana de Gerunda. Incluso algunos estudios hablan de que pudo haber sido construida sobre los restos de una muralla de origen ibero.
Cuando se encontraba todavía bajo la presencia romana, esta muralla fue reforzada varias veces, para defenderse del ataque de los invasores.
El visitante puede pasear a lo largo de su recorrido, desde el que se puede observar las vistas de la ciudad y de sus alrededores.
Un poco de historia
Durante la época carolingia -entre los siglos IX y X-, se llevaron a cabo las grandes reformas de la muralla de Girona. Sobre todo porque era un punto estratégico, pues se encontraba justo en la frontera entre el Imperio carolingio y los territorios árabes.
Después, durante el siglo XIV fue cuando surgió la muralla medieval de Girona. Por un lado, se consolidó la que ya existía (la conocida como Força Vella o fortaleza vieja), que se convirtió en una fortaleza dentro de la ciudad. Y además se construyeron nuevas murallas para proteger a la población que se había ido asentando en los alrededores.
La muralla en la actualidad
Hoy en día, todavía podemos disfrutar de estas murallas que han sido testigo imperturbable de la ajetreada y turbulenta historia de la ciudad.
En la actualidad, la muralla de Girona posee cuatro puntos de acceso y es posible pasear por sus muros. Además, cuenta con figuras jurídicas de protección al haber sido declaradas bien de interés cultural y bien de interés nacional desde el 1967.
Para disfrutarlas en todo su esplendor, lo mejor es que contrates algún tour que incluya visitas a la muralla, como el Tour Girona Judía o el Tour Girona Medieval.