El pasado romano en Cataluña no sólo se ve en Tarragona, Barcelona y Empúries. El imperio se expandió por todo el territorio y también llegó a zonas de interior.
Ilerda es un claro ejemplo, pero también hay zonas como Vic donde pasaron esta gran civilización que ha dejado un legado histórico todavía presente en las calles. Templos, circos, murallas, termas son un claro ejemplo.
El templo de Vic
Uno de los menos conocidos es el Templo Romano de Vic. Este antiguo templo, conocido en la época romana como el Templo de Ausa, se erige como un testigo histórico de la conquista romana en Hispania. Situado en el Carrer del Pare Xifré, 2, este monumento del siglo II pasa desapercibido para muchos, a pesar de su relevancia histórica.
El templo se levanta sobre un podio y consta de una cela, la cámara interior, junto con un atrio que exhibe un conjunto de ocho columnas. Aunque puede que no sea tan famoso como otros sitios históricos, merece la pena explorarlo para retroceder en el tiempo y explorar la rica historia de la región.
Historia y origen
En la antigua ciudad romana de Ausa, actual Vic, apareció de entre las paredes del castillo de Montcada, el 1882, un templo romano del siglo I. Increíble, pero cierto. Ese año se derruyó la citada fortaleza, que para entonces eran tan solo unas pocas ruinas, y fue en el transcurso de esas obras que apareció el templo romano, en perfectas condiciones.
Al parecer, el año 897, Guifré el Pilós (conocido por la leyenda de las 4 barras que dieron origen a la senyera), mandó construir un castillo, aprovechando las cuatro paredes del templo habían servido para hacer un patio interior. Debido a que el castillo fue cambiando de manos (pasó de residencia particular a granero e incluso prisión), el templo se mantuvo siempre protegido, escondido en la arquitectura del castillo, hasta que en 1882 se derribó el monumento medieval y apareció la sorpresa.
Sus funciones
El templo se levantó entre el siglo I y II en la antigua Ausa romana. Seguramente estaba dedicado a los dioses o al culto imperial y probablemente, con la adopción del cristianismo en el siglo IV probablemente dejó de ser un lugar de culto para tener alguna otra función pública.
Como curiosidad, en el fuste de cada una de las ocho columnas de atrio está grabado el nombre de un vicense ilustre. El fuste original encontrado entre las ruinas está integrado en la columna dedicada a Serra i Campdelacreu, como homenaje al descubridor del monumento. Desde la web de Patrimoni de la Generalitat retan a encontrarlo.
Precio y cómo llegar
Para visitar el templo sólo hay que ir allí, al centro de Vic, en Carrer del Pare Xifré, 2 y en su horario de visita. De martes a sábado, de 10 a 13 y de 18 a 20h, los domingos de 18 a 20h y lunes cerrado. La entrada es gratis.
Para llegar a Vic, hay dos opciones: vía transporte público, y la mejor manera de llegar es en Rodalies, con la R1; o en vehículo privado, vía la C-17. Desde Barcelona se tarda sólo una hora en coche.