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Las preguntas que se plantean una vez conseguida la inmunidad de grupo
Las nuevas variantes del coronavirus requieren un número cada vez mayor de personas vacunadas para alcanzar la protección de toda la población
14 octubre, 2021 00:00Los últimos datos registrados y compartidos por el Ministerio de Sanidad indican que hay 35.070.311 personas vacunadas con la pauta completa. Esta cifra supone más del 73,5% de la población, un porcentaje muy alto con respecto a otros países europeos.
El objetivo es alcanzar la deseada inmunidad de grupo. Sin embargo, la llegada de nuevas cepas más infecciosas y resistentes, como la delta y la lambda, ha complicado este proceso. Estas variantes del coronavirus requieren un número cada vez mayor de personas vacunadas para alcanzar esa inmunidad.
¿Qué pasará después?
Así, cabe plantearse el siguiente escenario. ¿Se acabarán los problemas una vez alcanzado el 100% de la población vacunada? La realidad es que no todas las personas desarrollan la misma respuesta inmunitaria frente a la vacuna.
“Después de tres semanas de haber recibido la última dosis de la vacuna, debería producirse en el organismo lo que en medicina se llama seroconversión. De este modo, se podrán detectar, a través de una prueba serológica, la cantidad de anticuerpos específicos contra el virus de la Covid-19 tenemos”, explica el médico adscrito al Área de I+D+i de Quirón Prevención Antonio Moreno.
Generación de anticuerpos
Esta variable se dará, según el doctor Villena, según la eficacia de cada vacuna y el tiempo transcurrido desde la vacunación. También intervendrán otros factores, que en determinados casos pueden comprometer la respuesta inmunitaria o la calidad de la misma. Por ejemplo, el hecho de estar sometido a determinados tratamientos farmacológicos, pertenecer al colectivo de edad avanzada, etc.
El especialista apostilla que la presencia de anticuerpos no garantiza que estemos protegidos frente a la infección: “Para eso deberíamos generar anticuerpos neutralizantes y por el momento sólo tenemos el dato de la cantidad de anticuerpos, no de su capacidad de desmontar el virus. No obstante, el generar anticuerpos (sean neutralizantes o solo protectores) ya es un éxito”, aclara el doctor Villena.
El problema de la seroconversión
A esta aparición de anticuerpos se le llama seroconversión. El problema con el que se encuentran los inmunólogos es que existe un porcentaje de población que no seroconvierte. Así lo constata el documento Revisión sobre las vacunas frente a SARS-CoV-2, elaborado por la Fundació UITB. Según este estudio, la eficacia en los ensayos clínicos se sitúa en torno al 90%, por lo que concluye que si a nivel comunitario se observara este mismo porcentaje en la efectividad vacunal, “la cobertura debería incrementarse asumiendo que hay un porcentaje de vacunados, en torno al 10%, que no quedan inmunizados”.
En esta línea, el doctor Villena puntualiza que aunque el porcentaje de personas que no desarrolle una respuesta inmunitaria suficiente tras la vacuna será bajo, “entre un 5 y 10%, ya supone un problema tanto de salud pública como de prevención de riesgos laborales, que es lo que nos compete a Quirónprevención”.
El periodo de inmunidad
Otra de las grandes dudas que preocupa a la comunidad científica es el tiempo que durará la protección contra el Covid. De momento se sabe, según han informado los propios laboratorios, que tras la vacuna se produce una pérdida de inmunidad con el paso del tiempo.
Sobre la vacuna de Moderna, el Ministerio de Sanidad recoge en su documento de Información sobre la inmunidad frente a COVID-19 que la eficacia de la vacuna a partir del día 14 tras la segunda dosis llegó al 95,6% para los de 18 a 64 años, y del 86,4% para los de mayor edad. La eficacia entre los días 14 y 28 fue del 92,1%. En los grupos de riesgo de padecer Covid grave fue del 90,9% y del 94,4% para todas las edades y para los de 18 a 64 años, respectivamente”.
El resto de vacunas
Sobre Pfizer, el documento recalca que transcurridos siete días tras la recepción de la segunda dosis, la eficacia fue del 95% y similar en menores o mayores de 55 años. En aquellos con patología basal llegó al 95,4%.
Según este análisis, en relación a la eficacia en función del número de dosis “y el tiempo transcurrido fue del 86,7% para los que recibieron la vacuna aproximadamente diez días tras la primera dosis y hasta la segunda y del 90,5% al día siete tras la recepción de la segunda dosis”. Una tendencia extrapolable al resto de vacunas y que hace que surja el debate sobre si será necesario una tercera dosis o ‘dosis de recuerdo’ masiva.
Pruebas diagnósticas
En palabras del doctor Villena, resulta evidente que a pesar de alcanzar la inmunidad de grupo, en esta nueva etapa las pruebas diagnósticas del Covid se intensificarán, hasta convertirse en una herramienta de control indispensable para países, instituciones y compañías: “Más concretamente, será la prueba serológica la que podrá proporcionar información relevante sobre la respuesta inmunitaria”, asegura el médico.
De este modo, el doctor propone como solución planificar un estudio de inmunidad con pruebas periódicas que puedan proporcionar información sobre la inmunidad inicial y su evolución a lo largo del tiempo. “Lo que nos podrá dar pistas de si necesitaremos o no una dosis de refuerzo y qué subpoblación de trabajadores de acuerdo con los criterios que Sanidad establezca, son subsidiarios de recibirla”, asevera el médico adscrito al Área de I+D+i de Quirón Prevención.