La Figuera

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Gastronomía

El pueblo de Tarragona donde se come muy bien y nadie conoce: "Tiene los mejores 'esmorzars de forquilla'"

El restaurante, de ambiente familiar, está profundamente ligado al territorio y se ha convertido en un punto de encuentro del municipio

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La Figuera, un pequeño municipio del Priorat (Tarragona), es uno de esos pueblos que parecen suspendidos en el tiempo. Situado a más de 500 metros de altitud, ofrece unas vistas panorámicas espectaculares sobre el valle del Ebro, la sierra de Montsant y, en días claros, hasta los Pirineos. Por eso muchos lo llaman 'el balcón del Priorat'. Pasear por sus calles estrechas y empedradas es una experiencia tranquila y evocadora: casas de piedra, pequeñas plazas con encanto y la iglesia parroquial de Sant Martí, de estilo neoclásico, dominan el corazón del pueblo. Desde el Mirador de La Figuera, uno de los puntos más altos, se puede disfrutar de puestas de sol que parecen pintadas, un reclamo irresistible para fotógrafos y senderistas.

En su entorno se pueden recorrer rutas de senderismo y BTT que atraviesan viñedos, olivares y antiguas construcciones de piedra seca, testigos de la tradición agrícola del Priorat. Es un lugar cargado de memoria: en sus alrededores se conservan trincheras y refugios de la Batalla del Ebro, con paneles informativos que explican su papel durante la Guerra Civil. El pueblo celebra fiestas populares y gastronómicas, que mantienen viva la identidad local, como la Fira de la Mel i de l’Oli o la Festa Major de Sant Martí, donde se mezcla la música, la comida y la hospitalidad de sus vecinos. 

La gastronomía de La Figuera

La gastronomía de La Figuera combina la esencia rústica del Priorat con matices tradicionales de la Cataluña interior. En la plaza de sus casas aún se recuerdan platos como el potaje, carnes cocidas con patata, las orelletes (dulce tradicional), las crestes (una pasta rellena con asado de carnes), el mostillo (hecho con mosto de uva, cilantro, piel de naranja y harina), el membrillo y productos del olivo y la viña local.

Además, la cocina prioratina, en general, incorpora recetas como la truita amb suc (tortilla rehidratada en caldo), la clotxa (un bocadillo tradicional de les Terres del Ebre) y tiene un claro respeto por la temporalidad y el producto de proximidad.

Restaurante recomendado

Uno de los restaurantes del lugar, al que recomendamos ir, es: El Racó de la Figuera. Este establecimiento culinario, de ambiente familiar y profundamente ligado al territorio, se ha convertido en un punto de encuentro para vecinos, excursionistas y amantes de la cocina catalana más auténtica.

Forma parte de la red de establecimientos recomendados por Turisme Priorat y destaca por su espíritu rural y cercano. En su comedor, de pocas mesas y trato directo, se respira la sencillez del pueblo y el respeto por los productos de la comarca: el aceite de oliva con denominación de origen Siurana, los vinos del Montsant y los embutidos artesanos elaborados en la zona.

Se pueden probar platos caseros como los caracoles a la llauna o el cordero al horno, siempre acompañados de vino local y pan con tomate. Entre semana ofrecen un menú completo por unos 15 euros, mientras que los fines de semana la carta se amplía con opciones más elaboradas, sin perder el sabor de la cocina de siempre.

Además, adaptan su oferta a nuevos públicos, incorporando platos sin gluten o veganos, y manteniendo su carácter de 'esmorzars de forquilla' --esos potentes desayunos de tenedor, típicos del interior catalán--.