Exterior tienda Can Ponassa

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Gastronomía

El establecimiento centenario que ofrece el mejor fuet de Cataluña: tradición y productos típicos a una hora de Barcelona

Es la cuarta generación de la familia Bertran y siguen ofreciendo producto fresco, de proximidad y elaborado por ellos mismos

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Hay algo especial en comer productos que nacen directamente en el lugar donde se elaboran de primera mano. No solo disfrutas del sabor auténtico y de la frescura, sino que también percibes el cuidado, la tradición y el conocimiento que hay detrás de cada pieza.

Saber que quien te atiende es el mismo que ha amasado, curado o cocinado aquello que pruebas añade una confianza única: no hay intermediarios, no hay artificios, solo la transparencia de un trabajo bien hecho. Es como llevarte a la mesa no solo un alimento, sino también la historia y la pasión de quienes lo crean.

La mejor charcutería de Cataluña

Can Ponassa es una charcutería fundada en 1899 en Sant Antoni de Vilamajor. Con 126 años de historia, han trabajado cuatro generaciones de la familia Bertran, ofreciendo un producto fresco, de proximidad y elaborado por ellos mismos.

​Les gusta decir que son tenderos 'de toda la vida'. El suyo es un oficio tan antiguo como la misma humanidad. Les permite trabajar, directamente, con las personas, compartiendo ilusiones, inquietudes y viviendo el pueblo día a día.

Quieren continuar promocionando un comercio tradicional al estilo catalán, arraigado a la cultura, sensible con la sociedad del momento y fomentando un consumo de los alimentos responsable e ilusionado con el futuro.

Elaboración propia

El modo de trabajo refuerza esa autenticidad: disponen de su propio obrador, donde cada mañana se elaboran los productos porcinos 'de inicio a final', aprovechando las diferentes piezas del cerdo para sus embutidos.

Pero no se quedan ahí la cosa: su cocina también prepara productos elaborados como pinchos de cerdo o ternera, hamburguesas, libritos, creps y albóndigas, entre otros, mezclando tradición y creatividad.

Además, no limita su oferta a carnes y embutidos: en su tienda del centro del municipio comercializan productos frescos y de calidad. También, lo complementan con vinos, quesos, legumbres, conservas y productos que permiten hacer platos más elaborados. A destacar los carquinyolis y el fuet.

Proceso de elaboración del carquinyoli de Can Ponassa

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Los carquinyolis son un producto emblemático con marca propia 'Carquinyolis de Vilamajor' y ocupan una sección específica en su catálogo, ya que se elaboran de manera artesanal. Además de venderse en la tienda, aparecen en canales externos como un dulce 'hecho a mano con almendras' en formato de 300 g. Incluso otras páginas del entorno los citan como 'famosos': una señal del reconocimiento en el territorio.

El fuet de Can Ponassa no es un simple embutido más en la estantería, sino un producto identitario de la casa, hecho de manera artesanal desde Sant Antoni de Vilamajor.

Diversos fuets de Can Ponassa

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Qué ver en Sant Antoni de Vilamajor

Sant Antoni de Vilamajor, en la comarca del Vallès Oriental, es un municipio que sorprende por su mezcla de historia, naturaleza y vida local. Situado a los pies del Montseny, ofrece un entorno privilegiado para quienes buscan escapadas tranquilas sin alejarse demasiado de Barcelona. El núcleo antiguo conserva el encanto de los pueblos de interior, con calles estrechas, plazas acogedoras y fachadas, que todavía reflejan el pasado agrícola y artesano de la zona. Pasear por su casco urbano es una forma de descubrir la identidad de un pueblo que combina tradición con modernidad.

Uno de los espacios que marcan la vida cultural, de este pueblo, es la plaza de la Vila, centro neurálgico y escenario de ferias, mercados y celebraciones populares. También, destaca la iglesia parroquial de Sant Antoni Abat, de orígenes medievales aunque reformada en el siglo XVIII, que se alza como referencia patrimonial. Además, conserva masías centenarias dispersas por su término, testigos de su tradición agrícola, que hoy conviven con un vecindario más diverso y con servicios modernos.

El entorno natural es otro de sus grandes atractivos. Desde Sant Antoni de Vilamajor parten senderos que conectan con el Parque Natural del Montseny, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Rutas a pie o en bicicleta permiten adentrarse en bosques de encinas, alcornoques y castaños, con vistas privilegiadas al Vallès y a las cumbres del macizo.