Crema catalana con frambuesas deshidratadas

Crema catalana con frambuesas deshidratadas INSTAGRAM SUCRE CREMAT

Gastronomía

Apertura confirmada: esta es la primera tienda especializada de crema catalana para llevar de Barcelona

El postre típico catalán, del siglo XIV, que enamora tanto a turistas como a ciudadanos catalanes, ya tiene su establecimient

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En grandes capitales europeas es habitual encontrar locales dedicados a un único postre. En Roma, las colas se concentran en las tiendas de tiramisú, para llevar, y en Lisboa los turistas se acercan a los obradores que sirven el emblemático pastel de Belém. Inspirándose en estas propuestas, en Barcelona ha abierto Sucre Cremat, la primera tienda especializada en crema catalana 'take away'. Allí, la crema se prepara a diario y, justo antes de entregarla, se carameliza el azúcar de la superficie con una pala de hierro, logrando esa capa crujiente tan característica que hasta hace poco solo se disfrutaba en restaurantes de cocina tradicional.

Este postre, profundamente, arraigado a la tradición catalana, es también conocido como crema de Sant Josep, porque solía elaborarse en torno al 19 de marzo. Sin embargo, su consumo se extiende durante todo el año y se considera uno de los dulces más representativos de la gastronomía local. La primera referencia escrita aparece en el Llibre del Sent Soví, recetario del siglo XIV, donde ya se describía como una mezcla de leche, yemas y especias como la canela.

Historia de Sucre Cremat

En Sucre Cremat probaron distintas fórmulas hasta dar con la suya propia, que guardan como secreto de la casa. Sí han desvelado, sin embargo, que además de los ingredientes habituales --limón y canela-- incorporan un toque de naranja. Los impulsores del proyecto son Sofía Fortuna y Mario Quintero, una pareja con raíces familiares en el Born, el mismo barrio donde inauguraron el local en julio pasado.

Ambos llevan años residiendo en Barcelona, donde nació su hijo, y se consideran grandes admiradores de la cultura catalana. Cuando decidieron emprender, tuvieron claro que su negocio debía girar en torno a un producto catalán y por eso pensaron en este dulce.

Receta tradicional

Las cremas se elaboran en un obrador de Sants y se guardan refrigeradas hasta el momento de servir. Parte del encanto, para los clientes, es observar como se carameliza el azúcar frente a ellos. El tarro de 150 ml cuesta 5 euros y se entrega acompañado de un carquinyoli, la clásica galleta de almendra.

Si bien la versión tradicional, preparada con leche y huevos, es la que más éxito tiene, en Sucre Cremat también ofrecen alternativas con toppings actuales: pistacho, frambuesa o crema de Lotus con galleta triturada. Pese a estas innovaciones, cuidan que el producto mantenga la identidad catalana, acompañándolo con licor de ratafía. Además, los más cocineros, encontrarán en la tienda, la receta escrita en la pared y un kit con cazuelitas de barro y la pala de quemar de Regás para prepararla en casa.

Con esta iniciativa, la crema catalana cuenta por fin con un espacio exclusivo en el centro histórico de la ciudad. 

Postre parecido

La crème brûlée de la cocina francesa sigue la receta de Massialot, publicada en 1691, y se hacía con leche, yemas de huevos, canela y piel de limón y no se usaba el baño María.​ Massialot, también, publicó recetas de crème brûlées que incluían piel de naranja, licor o pedacitos de frutas.

En la cocina francesa moderna, existen muchas variantes, ya que se suele cocer al baño María, a veces se emplea los huevos enteros, puede contener nata o a veces reemplazar, totalmente, la leche por nata y se suele aromatizar con vainilla. Se acostumbra a quemar con azúcar moreno para compensar el blanco de su versión.

En Cataluña existe una versión helada de la receta, con helado de crema catalana y cubierto de confitura de yema de huevo quemada. En los territorios de habla catalana, la crema se espesa tradicionalmente con almidón, no incluye nata ni claras de huevo y se aromatiza con canela y piel de limón o, eventualmente, de naranja, pero nunca con vainilla.