Es el mejor arroz negro de Barcelona y cuesta menos de 25 euros CANVA
Es el mejor arroz negro de Barcelona y cuesta menos de 25 euros: "No podía parar de mojar pan"
El restaurante se encuentra frente al mar y es uno de los 100 mejores clubs del mundo
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Los turistas llegan a España y ya vienen con algo en la cabeza “la paella”. Es el plato estrella para todo aquel que visita el país, pero a la que descubren otros arroces se les abre un nuevo mundo.
La gastronomía española tiene ofrece varias opciones: arroz con conejo, arroz de verduras, arroz caldoso y luego, el más polémico, no apto para todos los paladares: el arroz negro. Este plato elaborado a base de tinta de calamar y otros mariscos tiene un sabor muy particular, pero a quienes gusta, lo aman siempre.
En Barcelona, hay un restaurante que se ha hecho un hueco precisamente por la elaboración de su arroz negro. “Una de las mejores maneras de probarlo”, indica un usuario en su perfil de TikTok.
El local en cuestión tiene todo para conquistar al viajero: se encuentra frente al mar, en pleno paseo marítimo y, por la noche, ofrece la posibilidad de quedarse tras la cena, ya que se convierte en discoteca. Muchos locales ya lo conocen, se trata de Shôko.
Arroz negro a buen precio
Sí, uno de los 100 mejores clubs de Barcelona ofrece la posibilidad de degustar también el mejor arroz negro de la ciudad. Y, además, a un precio más que asequible, unos 23 euros.
Su arroz negro con sepia, almejas y gambas se cobra ha ganado notoriedad este año. “No podía parar de mojar pan”, es una de las frases más repetidas en reseñas sobre este plato.
La receta de Shôko
El truco, dicen los expertos, se encuentra, como pasa con la paella, en un buen fumet elaborado con pescado de roca o cabezas de gambas, reforzado con un sofrito de cebolla y pimiento rojo, cocidos hasta que la verdura está tierna.
El arroz, de tipo bomba, se añade junto con la tinta de calamar, extraída durante la cocción de la sepia o el propio calamar. El líquido cubre el grano con un tono oscuro profundo, y a partir de ese momento se controla la cocción para alcanzar un grano jugoso pero firme.
Terraza de Shôko de día
En los últimos minutos, se incorporan ingredientes que aportan sabor y textura. El de Shôko viene con sepia en trozos generosos, almejas enteras aún cerradas y gambas peladas. Una vez el arroz absorbe el caldo y alcanza la consistencia adecuada, se retira del fuego y se deja reposar un par de minutos.
Lo importante del arroz negro es que el grano conserve humedad y no resulte pastoso, ni seco. La tinta debe dar un matiz salino, pero sin pasarse en la cantidad, ya que puede resultar excesivo al gusto.
Qué dicen los comensales
Y allí viene el toque que le quiera dar cada uno. En Shôko lo sirven con alioli, pero es opcional. Su textura es cremosa y densa. Además, la mezcla de tinta y alioli, negra y blanca juntas, es uno de los contrastes visuales más citados por quienes lo prueban.
Las opiniones recurrentes en redes sociales se centran en la cocción homogeneizada del arroz y su sabor intenso. Algunos comentarios aluden a la calidad a su excelente sabor, otros al punto de jugosidad, y varios destacan el “negro profundo” del plato.
El restaurante
Quien no sea fan del arroz negro, obviamente, tiene alternativas. Comparte espacio con la paella de marisco y el arroz caldoso, que alterna con recetas asiáticas como el sushi, ceviches y pastas wok. Pero el arroz negro se destaca por su presentación. Todo a orillas del Mediterráneo, con vistas al mar. El interior está decorado con lámparas de inspiración asiática y una estética tipo chill-out.
Llegar hasta el restaurante es fácil. Uno debe salir en la parada de metro Ciutadella‑Vila Olímpica (línea L4), a unos 300 m desde la entrada principal. También es accesible en autobús y bicicleta gracias al carril bici del paseo marítimo.