El restaurante catalán que enamoró a Rosalía: "Propuestas atrevidas de la cocina catalana tradicional"

Sentimos una fuerte atracción por conocer los lugares que frecuentan las celebridades: si un famoso elige un restaurante, damos por sentado que debe ser excelente. Esa visibilidad no se limita a la calidad de la comida, sino también al ambiente y al estatus que transmite. Verlos en un menú o en un local exclusivo nos hace sentir parte de una élite, reforzando una experiencia emocional y aspiracional.

Además, saber donde comen o qué lugares visitan hace que nuestra conexión, con esa figura o nuestro ídolo, nos parezca más real y más íntima. Lo que ellos disfrutan se convierte en algo propio, y nos gusta emular esos gustos y estilos de vida. 

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El restaurante que enamora a Rosalía

Una de las cantantes más internacionales de todos los tiempos, Rosalía, ha estado en un restaurante de la ciudad Condal. Fue el propio local quien anunció la visita de la artista de Sant Esteve Sesrovires, compartiendo una foto de un plato firmado por ella: "Plat del dia ple d’amor y mucho arte. Gràcies per la visita Rosalía, una Malparida de tomo y lomo!".

Y en el plato quedó la dedicatoria de la Motomami: "De la més Malparida!!! Qué bó estava tot, merci!", acompañada de un diablillo dibujado por ella misma.

La artista acudió al restaurante junto al actor alemán Emilio Sakraya y pidieron tartar de atún, tataki de carne y un detalle que llamó mucho la atención: limonada natural y de fresa.

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El establecimiento del Eixample

Malparit, situado en la calle Còrsega, en Barcelona, ofrece una propuesta gastronómica contemporánea con fuerte arraigo en la cocina catalana tradicional, reinterpretada desde una perspectiva gamberra, creativa y provocadora. Su carta combina platos de toda la vida con técnicas modernas, presentaciones rompedoras y sabores intensos.

Desde tapas clásicas como croquetas, gildas o ensaladilla hasta platos como el taco de atún Bluefin con foie y demi-glace, el brioche de rabo de toro con mermelada de ruibarbo o el tuétano con tartar de atún. Cada propuesta brinda un giro de guion inesperado. También, hay opciones vegetarianas y una apuesta clara por el producto local: quesos artesanos, embutidos, pescados de lonja y verduras de temporada.

El local está dividido en dos ambientes: una barra animada para tapeo informal y un comedor más relajado con manteles y sillones, manteniendo la misma carta.

Su estética desenfadada, con frases pintorescas en paredes y menús, busca reflejar el concepto de “malparit” como ese colega travieso, pero entrañable.

El precio medio se sitúa entre 40 y 50 € por persona, con una sólida selección de más de 150 referencias de vino. Las reseñas destacan por su ambiente "informal, pero sofisticado", por la calidad del producto, la atención cercana y el equilibrio entre cocina tradicional y creativa. Lo que lo convierte en una experiencia gastronómica, festiva y memorable. Además, cuenta con próximas iniciativas como “La mesa del chef” para cenas exclusivas en pequeño comité.