Ni panellets ni boniato: este el dulce olvidado típico de Todos los Santos, que vuelve a la vida en Cataluña
- Hule y Mantel nos sumerge en una de las mejores confiterías de Barcelona, donde nos explican su elaboración
- Otro dulce típico de esta época: El mejor panellet de piñones lo hacen en una pastelería de Barcelona: un negocio familiar de tercera generación
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La comida otoñal tiene un encanto especial que nos vuelve locos. Con la llegada de esta temporada, los sabores y los aromas de los platos tradicionales llenan nuestras mesas de auténticas delicias. La calidez de las sopas, los guisos y los asados nos invitan a disfrutar de momentos en familia y con amigos, creando un ambiente acogedor.
Los ingredientes de esta época, como calabazas, setas y castañas, se convierten en protagonistas de nuestras cocinas. La temporada también es perfecta para experimentar con especias como la canela y el clavo, que aportan un toque a postres y bebidas.
El dulce típico de Todos los Santos
Los huesos de santo son otro de los grandes postres y dulces de esta época otoñal, que suelen comerse el Día de Todos los Santos. Está elaborado con mazapán, es de color blanco y tiene forma alargada y cilíndrica (semejante a la de un hueso con su tuétano) y, originalmente, están rellenos de dulce de yema que recuerda a una tibia.
Su presentación en algunas ocasiones recuerda a la de los relicarios. La elaboración de estos dulces se remonta a comienzos del siglo XVII, aunque el empleo de mazapán es de la época andalusí. Posiblemente, su origen se encuentra en Valencia, ya que aparecen citados en el 'Arte de cocina, pastelería, vizcochería y conservería' de Francisco Martínez Motiño, de 1611.
También, son típicos de la zona de Castilla y León, aunque no obstante, actualmente, están muy difundidos por toda la geografía española.
La transmisión de la cultura española a América, entre los siglos XVI y XVIII, derivó en una variante de este postre en México: las calaveritas de dulce y el pan de muerto, igualmente, típicos el 1 y el 2 de noviembre, a los que erróneamente se atribuye orígenes prehispánicos.
Confitería La Campana
En la Confitería La Campana, por ejemplo este año, se han animado a prepararlos por primera vez. Así nos lo explica el medio gastronómico, Hule y Mantel.
Maria Dolores Mira y Laura Ferrer, madre e hija, que son ya la tercera y cuarta generación de esta centenaria turronería de Barcelona: "La receta no tiene gran misterio. Por fuera es una masa similar a la del mazapán, que también se utiliza para los panellets, elaborada con un 70% de almendra y azúcar."
El relleno de los huesos de santo, que utilizan, es dulce de yema con un pequeño toque de canela. Lo enrollan con delicadeza y lo meten en el horno unos 10 minutos para que se doren un poco. La almendra de la capa exterior y la yema son las protagonistas de este dulce que, gracias a la moderación en la cantidad de azúcar, no resulta nada empalagoso.
Además, los panellets tematizados con motivos terroríficos hace tiempo que son habituales como una especie de fusión en eso que ya se conoce como 'castaween', así que habrá que ver si los huesos de santo también tienen que evolucionar en esa dirección.
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