Los caracoles ocupan un lugar destacado en la gastronomía catalana y son considerados un manjar tradicional en muchas partes de Cataluña. Estos moluscos terrestres son apreciados por su sabor único y su textura suave, y son un ingrediente versátil que se utiliza en una variedad de platos.
Una de las formas más populares de disfrutar los caracoles es a través del plato: els cargols a la llauna (los caracoles en lata). El resultado es una deliciosa combinación de sabores que se complementa con su sabor distintivo.
El plato típico de Lleida
Los caracoles a la llauna son una especialidad culinaria típica de la gastronomía catalana. El ingrediente principal de este plato son los caracoles de tierra, que se limpian, previamente, con agua y sal para que expulsen toda la baba y los restos orgánicos. Seguidamente, se colocan uno a uno boca arriba y en una bandeja con asas (lo que se conoce como lata o "llauna") donde se deben cocinar alrededor de 30 minutos.
Cuando están colocados todos en la lata, es habitual aliñarles con sal, aceite de oliva y pimentón. Asimismo, se les puede echar un chorro de coñac a media cocción. Una vez cocinados, se suelen acompañar con salsa allioli o vinagreta.
Hay otras variantes del plato como la "caragolada", que se elaboran en el Campo de Turia, el Empordà y en el Rosellón.
Además, por si no lo sabías, desde el año 1980, cada último fin de semana de mayo se celebra el Aplec del Caragol de Lleida. El evento gastronómico fue nombrado Fiesta de Interés Turístico Nacional y Fiesta Tradicional de Interés Nacional por la Generalitat de Cataluña en 2002.
Variedades de caracoles
Existen muchas variedades de caracoles según las formas y los tamaños. Sin embargo, el que se utiliza, habitualmente, para esta receta es el caracol Helix aspersa (bover) que se cría en granjas distribuidas por toda España, especialmente, por Cataluña y Aragón. Son de tamaño mediano, con lo que conseguiremos que su interior sea carnoso y sabroso.
El secreto de por qué gusta tanto radica en su salsa secreta: hecha de picada de frutos secos y hierbas que, a veces, son flameados con un poco de ron.
También, es importante la elaboración que siguen: cocidos en su punto para que la carne esté algo tiesa y puedan resultar mucho más agradables a la mordida.
Propiedades del caracol
La carne del caracol es un alimento de escaso aporte calórico y graso, por lo que puede ser consumido por personas que realizan dietas para combatir el sobrepeso. Además, su alto contenido en proteínas es idóneo para deportistas, ya que permite el desarrollo de los músculos y la regeneración de los tejidos.
Por otro lado, aporta una importante cantidad de calcio y fósforo, necesarios para el buen mantenimiento de los huesos y los dientes. También, es relevante la cantidad de hierro, que ayuda a prevenir anemias.
Además, es un alimento de fácil absorción que facilita la digestión, ya que aporta grandes cantidades de niacina, que permite la asimilación de energía del resto de alimentos.
Receta de los caracoles a la llauna
Primero, para prepararlos necesitaremos una bandeja apta para horno que cubra toda la base con sal. No cabe decir que los caracoles han de estar bien limpios, con el orificio hacia arriba y, sin amontonar, formando una capa.
Se ha de condimentar con pimienta recién molida, añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra y sal y, para terminar, añadir el vino tinto. Hornear durante 20 minutos a 180º C. Mientras tanto, picar los dientes de ajo finamente, picar el perejil y mezclar ambos ingredientes. Finalizada la cocción, repartir sobre los caracoles la picada de ajo y perejil y hornear durante 5 minutos más. ¡Y listo!
¿Dónde comer los mejores caracoles a la llauna?
Según la valoración de los usuarios, en la Guia.cat encontrarás los mejores restaurantes para comer caracoles a la llauna. Son estos:
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