La gastronomía catalana es vasta y variada, y alberga numerosos dulces tradicionales que representan el carácter de esta tierra y su gente. Cataluña destaca por su diversidad, por su cultura, por sus paisajes, por su relevancia en el conjunto de España y, también, cómo no, por su gastronomía. 

Uno de esos dulces típicos, que muchas veces resulta desconocido incluso para los propios catalanes, es el panoli, un dulce típico de las Terres de l'Ebre, en la provincia de Tarragona. Ha resistido el paso del tiempo y sigue siendo un bocado muy valorado, especialmente en las celebraciones y festividades locales.

Aunque su fama no ha trascendido mucho más allá de Tarragona y Cataluña, el panoli es un dulce singular con una historia fascinante que merece ser conocida y una tradición profundamente arraigada.

Este es el origen del dulce típico de Cataluña

El panoli tiene sus raíces en las Terres de l'Ebre, una región situada en el sur de Cataluña, y es un ejemplo claro de la cocina de subsistencia. Su origen se remonta a épocas antiguas, cuando las familias más humildes aprovechaban los ingredientes disponibles para crear dulces sencillos pero deliciosos.

Panoli, el dulce típico de les Terres de l'Ebre Canva

Tradicionalmente, el panoli se elaboraba con harina, azúcar, aceite de oliva y aguardiente, ingredientes básicos que estaban al alcance de todos, incluso en tiempos de escasez. La receta, transmitida de generación en generación, ha llegado hasta nuestros días casi intactos, aunque existen variaciones según la zona en la que se prepare o según el recetario particular de cada familia.

Este es el motivo por el que es popular en las fiestas locales

El panoli ha sido, durante años, un dulce inseparable de las festividades religiosas y populares de las Terres de l'Ebre, especialmente durante la Semana Santa. Las familias lo preparaban en grandes cantidades, no solo para su propio consumo, sino también para compartir con vecinos y amigos. Esta tradición ha mantenido viva la popularidad del panoli, que es más que un simple postre; es un símbolo de comunidad y celebración.

El dulce también se ha convertido en un embajador cultural de la región. Durante las fiestas locales, es común encontrar puestos de panolis en mercados y ferias, que en tiempos pasados servían para financiar estas celebraciones. Además, en muchos hogares, es habitual que las abuelas enseñen a las nuevas generaciones a preparar panolis, asegurando que la tradición continúe por otra generación más.

Así puedes preparar un panoli en casa

Hacer un panoli en casa es una manera entretenida de conectar con la cultura local. Aquí te ofrecemos una receta sencilla para que puedas elaborar este dulce tan característico, según Hule y Mantel

Ingredientes

  • 500 gramos de harina
  • 150 gramos de azúcar
  • 125 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 50 ml de aguardiente
  • 1 huevo
  • Azúcar para espolvorear

Elaboración

  1. Mezcla los ingredientes secos: En un bol grande, tamiza la harina y mézclala con el azúcar.
  2. Añade el aceite: Incorpora el aceite de oliva poco a poco, mezclando con las manos hasta obtener una masa arenosa.
  3. Incorpora el aguardiente: Si decides usar aguardiente, agrégalo a la mezcla y amasa hasta conseguir una masa homogénea y manejable.
  4. Da forma a los panolis: Toma pequeñas porciones de masa y dales forma ovalada o ligeramente redondeada. Colócalos en una bandeja de horno previamente engrasada o forrada con papel de hornear.
  5. Pincela con huevo: Bate un huevo y usa un pincel de cocina para pintar la superficie de cada panoli. Esto les dará un bonito brillo dorado al hornearlos.
  6. Espolvorea con azúcar: Antes de hornear, espolvorea generosamente con azúcar la superficie de los panolis.
  7. Hornea: Precalienta el horno a 180 °C y hornea los panolis durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes.
  8. Deja enfriar y disfruta: Una vez horneados, deja enfriar los panolis en una rejilla. Se pueden disfrutar tanto calientes como fríos, acompañados de café, vino dulce o moscatel.

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