En Cataluña, la gastronomía es maravillosa, ya que cuenta con una gran variedad de platos que destacan por su sabor y calidad. Entre los platos más emblemáticos se encuentran la escalivada o el suquet de peix. Cada plato refleja la riqueza de los ingredientes locales y la tradición culinaria, ofreciendo una experiencia gastronómica única y memorable.
Además de los platos principales, los postres catalanes también merecen una mención especial: la crema catalana, los panellets o el mel i mató, son algunos de ellos.
El postre catalán
Por supuesto, si hablamos de gastronomía catalana tenemos que mencionar las catanias. Un típico dulce que no, no es de Catania (Italia) como su propio nombre indica, sino que es de Vilafranca del Penedès, Barcelona.
Las catanias están elaboradas con almendras marconas enteras, tostadas y caramelizadas, recubiertas de pasta de almendra, avellana y leche, y después recubiertas de una capa delgada de chocolate negro o cacao y azúcar refinado. Además, suelen regalarse como un detalle especial.
Origen de las catanias
En el año 1940, el chocolatero Josep Cudié entró a trabajar en la pastelería Juan Trenes y Riba, de la calle de la Fuente, en Vilafranca del Penedès. Dicha pastelería era conocida por hacer chocolate a la piedra.
A partir de 1943-1946, aparte del chocolate a la piedra, se empiezan a elaborar surtidos de bombones. Dentro de los diferentes tipos, había uno conocido con el nombre de Crocrem. Este fue el primer nombre comercial de las catanias.
Entre los años 1946 y 1950, el Crocrem gustó tanto que solo iban a comprar este bombón. Fue de hecho, la población de Vilafranca quién empezó a nombrarlas como Catanias y la pastelería fue nombrada como Cal Catani.
En 1950, Josep Cudié se va de la pastelería y crea su propia empresa: Bombones Cudié donde se dedicó, exclusivamente, a las catanias. En 1960, registró las marcas Crocrem y Catania. ¿Sabías el curioso origen de este querido postre?