España es tierra de vinos. Existen 68 denominaciones de origen (DO) distintas, 138 regiones vitivinícolas delimitadas y se cosechan más de 400 variedades de uvas. Con estas cifras, no disfrutar de una buena copa se hace difícil.
Tampoco es nada fácil escoger cuál es el caldo que más gusta. La calidad de la mayoría de ellos es tan buena que se hace difícil. Hay algunas DO que se han labrado una gran fama y parece que son garantía segura. La mayoría de bares y restaurantes siempre hacen la misma pregunta cuando uno pide un vino: “¿de la casa, Ribera o Rioja?”. Obviamente hay muchos más.
Cuántas DO hay
Un caso claro es el de Cataluña. La comunidad autónoma concentra diez denominaciones de origen sólo de vino e igual que sucede con el resto de España hay una que se lleva el nombre, Penedés. Pero hay nueve más: Alella, Conca de Barberà, Costers del Segre, Empordà, Montsant, Penedès, Pla de Bages, Priorat, Tarragona y Terra Alta.
Nos fijamos ahora en una de ellas. Una DO que tiene la misma calidad que otros como Penedès o Priorat pero que resulta más económica. Tal vez, porque pasa más desapercibida, es menos conocida.
El vino romano rescatado por los cartujos
A pesar de que el reconocimiento como DO no llegó hasta 2002, los 16 municipios que lo delimitan tienen tradición vinícola desde la época romana. Los siglos pasaron y los cultivos empezaron a pasar desapercibidos, pero en el siglo XIX, gracias a los monjes cartujos de Scaladei, los vinos de Montsant empezaron a recuperar notoriedad.
Aclamados a nivel mundial desde hace décadas, esta denominación ha experimentado un crecimiento espectacular, ganándose el respeto de los expertos en vino y siendo reconocida como una joya vinícola oculta.
Pueblos Montsant del Priorat
Ubicada sobre todo en la parte sur de la comarca del Priorat y algunos en la parte alta, en la provincia de Tarragona. También, algunos pueblos del área de la Ribera d’Ebre. Las localidades donde se ubica esta DO son: La Bisbal de Falset, Cabacés, Capçanes, Cornudella de Montsant, La Figuera, Els Guiamets, Marçá, Margalef, Els Masroig, Pradell de la Teixeta, La Torre de Fontaubella, Ulldemolins, Falset, El Molar, Darmós y La Serra d’Almos
Esta zona abarca una variedad de microclimas y suelos que proporcionan condiciones ideales para el cultivo de la vid. Rodeada de montañas y beneficiándose de importantes contrastes térmicos entre el día y la noche, esta región produce uvas de alta calidad que se reflejan en sus vinos.
Calidad del terreno
Los suelos, que van desde calcáreos hasta pizarras silíceas, aportan una diversidad única a los vinos, que se manifiesta en su carácter y complejidad. Las variedades autóctonas como la garnacha y la cariñena son la piedra angular de los vinos de Montsant.
Estas no son las únicas variedades. En la zona también se cultivan variedades internacionales como el cabernet sauvignon y el merlot. Eso lo hace ideal para destilado de vinos blancos y tintos, aunque lo cierto es que no hay rosados en esta denominación de origen.
Vino tinto, vino blanco
Los vinos blancos de Montsant se distinguen por su sedosidad y elegancia, con aromas que evocan el monte mediterráneo y una frescura que los hace irresistibles. Los rosados, elaborados principalmente con garnacha y syrah, son una opción cada vez más popular, con su sabor afrutado y suavidad en boca.
Sin embargo, son los vinos tintos los que verdaderamente destacan en esta región. Con colores profundos y sabores afrutados, estos vinos expresan la autenticidad del terroir de Montsant. Ya sea elaborado principalmente con garnacha y cariñena o integrando otras variedades foráneas, cada sorbo revela la pasión y dedicación de los viticultores locales.
Opción económica
Además, Montsant también ofrece vinos tradicionales, como los licorosos, elaborados principalmente con garnacha y que sorprenden con su untuosidad y dulzura, evocando sabores a pasas y frutas compotadas.
A pesar de su calidad indiscutible, los vinos de Montsant mantienen precios asequibles, lo que los convierte en una opción tentadora para los conocedores que buscan explorar más allá de las denominaciones tradicionales. Con el respaldo de críticos y expertos internacionales, Montsant está lista para conquistar un lugar destacado en la escena vinícola mundial como una opción que no debe pasarse por alto.