Andrés Romero, consejero director general de Santalucía
Una nueva denuncia contra la compañía de seguros -en este caso, Santalucía- por un aumento de más del 11% a una clienta que lleva pagando su cuota desde hace más de medio siglo ha vuelto a poner sobre la mesa la indefensión de las personas mayores ante ciertos abusos.
Consumidor Global relata hoy lo que le ocurrió a una víctima de 92 años, con problemas de visión y audición, a la que dicha compañía le envió una carta en la que se le comunicaba tal subida de precio. Un golpe económico del cual, debido a su delicado estado de salud, no tuvo conocimiento hasta que su hija se percató.
Esta última denuncia que ese salto porcentual duplica con creces la inflación oficial, y que es incomprensible para una clienta que, en la práctica, ha pagado con creces el coste de su funeral. Con el agravante añadido de que, por su avanzada edad, le resultaría inviable cambiarse a otra compañía.
Su caso no es excepcional, pues se suma al de otras muchas personas de avanzada edad que viven situaciones parecidas, y abre de nuevo el debate en el sector de los seguros de decesos. Especialmente, en las pólizas de prima seminatural o mixta, donde la cuota aumenta con la edad.
