Oscar Pierre, cofundador de Glovo, saliendo de declarar de la Ciudad de la Justicia de Barcelona
Delivery Hero, la multinacional alemana propietaria de Glovo, amenaza con poner fin a la actividad de la polémica empresa de origen catalán de reparto de comida en España.
La zozobra de la compañía llega tras las múltiples denuncias impuestas a su modelo laboral. La Seguridad Social les reclama un total de 450 millones por el uso de riders considerados falsos autónomos, que podrían incluso duplicarse.
Óscar Pierre, su fundador, debería haberse adaptado antes a la legalidad —que otros de sus rivales sí cumplían— y se hubiera evitado un varapalo judicial, una multa millonaria y la amenaza velada de una posible retirada del mercado español.