
Xavier Antich, presidente de Òmnium Cultural
El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, volvió a las andadas criticando de forma bochornosa la visita de Su Majestad el Rey Felipe VI al monasterio de Montserrat y alentando a las masas a boicotear el acto. Un boicot que organizó la ANC y que, en cualquier caso, fue un auténtico fracaso, con apenas decenas de personas y una muestra más de que el procés ha fracasado.
La llegada de Salvador Illa a la Generalitat, acompañada de su famoso sosiego pero también de un tono conciliador para con quienes dinamitaron las instituciones y la convivencia durante la última década, podía presagiar que una entidad como Ómnium, indiscutiblemente independentista pero en origen una organización cultural dedicada a la promoción del catalán durante el franquismo, puede tener cabida en la nueva Cataluña. El Govern les ha tendido la mano en el Pacte per la Llengua, por ejemplo, que firmaron conjuntamente.
Pero Antich y compañía siguen empeñados en competir con Lluís Llach y su Assemblea para ver quien es más ridículo. Así lo demuestran sus declaraciones de ayer con la visita del monarca, completamente fuera de lugar y, lo que es más grave, muy lejos de la realidad de los catalanes de a pie, que se han olvidado del viaje a Ítaca y ahora piden soluciones a problemas reales como la vivienda o los servicios públicos, muchos de los cuales siguen dejando mucho que desear.