Guillermo Moya, director general de HTGroup, en una fotografía corporativa

Guillermo Moya, director general de HTGroup, en una fotografía corporativa Cedida

Examen a los protagonistas

Guillermo Moya

Publicada

Las empresas tienen todo el derecho del mundo a impugnar las resoluciones públicas. Les asiste el derecho a hacerlo. Si no comparten una decisión de cualquier administración, pueden pedir amparo a diversos organismos para corregir ese parecer. 

Es lo que ha hecho HTGroup con el concurso de ambulancias de Cataluña, que ha impugnado al no compartir la resolución de adjudicación del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). De nuevo, está en una posición de hacerlo.

Eso sí, las decisiones de las administraciones, así como las de las empresas, se toman en marcos determinados. Y el recurso de HTGroup llega en un entorno determinado: cuando el grupo, líder nacional del transporte sanitario, ha sufrido un batacazo en la licitación que ahora cuestiona

Hay más. El campeón nacional impugna -y retrasa- el concurso en un momento en el que los vehículos del concurso anterior ya están caducando. Las ambulancias llegan a los límites de kilometraje y edad, y ello significa que se empieza a deteriorar la calidad del servicio. 

Ninguna empresa que no aspire a repetir la reedición del contrato en su lote invertirá en nuevas unidades: no tiene incentivos para hacerlo, pues estará a punto de dejar paso al adjudicatario siguiente. 

Es más: la propia HTGroup tiene ambulancias que están empezando a caducar y, pese a ello, demora la adjudicación definitiva del macrocontrato. Es un acto cuestionable, y algunos podrán pensar que la compañía quiere ganar en los despachos lo que perdió en el terreno de juego, cuando tenía que presentar un proyecto solvente y excelente para capturar lotes.