
Jorge Herralde, editor de Anagrama
Es muy probable que la editorial Anagrama haya actuado razonablemente al publicar El odio, un libro sobre los crímenes de José Bretón, que en 2011 acabó con la vida de sus hijos. Un parricidio vicario que conmocionó al país. Luisgé Martín, un autor de la casa, ha escrito la obra después de un largo trabajo de investigación que ha incluido entrevistas con Bretón.
La alarma social que se ha desatado tras las protestas de la madre de los niños, víctima de los crímenes por los que se condenó a su exmarido, ha terminado por crear un ambiente que va más allá de la voluntad de la editorial, una empresa seria y rigurosa que nunca ha trabajado la literatura comercial y mucho menos el escándalo.
El histórico Jorge Herralde, fundador y director de la firma, ha querido poner de manifiesto que su empresa no ha pagado al asesino por sus declaraciones. Y, después, ha confirmado la paralización de la venta de los ejemplares ya editados pese a que un juez de Barcelona no encontró motivos para prohibirla. La reacción de la fiscalía, que ha recurrido el fallo, ha llevado a Herralde a mantener la decisión sine die.
La respuesta de la editorial es inteligente porque acepta que la realidad social ha cambiado y que la difusión y el impacto que alcanzan ciertas noticias en estos momentos pueden causar un daño imprevisto en las víctimas, sin comparación al que pudiera producirse en otras épocas.
El Estados Unidos de 1966 recibió A sangre fría, de Truman Capote, con estupor y escándalo por la crueldad y el sinsentido de los cuatro crímenes que relata. Los acontecimientos de los últimos días evidencian que el crimen real de El odio en la España de hoy se podría percibir como una agresión, como una ofensa. Herralde ha hecho bien adaptándose a los tiempos que corren.