
Ángel María Villar, en una imagen de archivo REDES
Ángel María Villar afronta problemas judiciales. El antaño todopoderoso presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) está bajo la lupa de la justicia.
La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado que Villar sea condenado a 15 años y medio de cárcel y a 966.000 euros de multas, más indemnizaciones que superan los 4,5 millones de euros por las presuntas irregularidades en la RFEF.
En su escrito de acusación, Anticorrupción sostiene que, entre al menos 2007 y 2017, Villar y su segundo, Juan Antonio Padrón "beneficiaron a personas físicas y jurídicas de su entorno en connivencia con otros acusados". Algo que hicieron "bien con la consecución de contratos a su favor en condiciones económicas perjudiciales para la RFEF, bien mediante el pago con cargo a fondos de la RFEF de retribuciones que o no se correspondían con ninguna prestación de servicios o no en las condiciones que se retribuían".
Las acusaciones que se les imputan son graves, y ponen en tela de juicio la labor de Villar durante su larga etapa al frente de la RFEF. En total, se habrían causado perjuicios económicos al ente federativo por valor de más de 4,5 millones de euros, según la Fiscalía.
A Villar se le acusa de delitos de administración desleal, corrupción en los negocios, apropiación indebida y falsedad en documento mercantil, por los que Fiscalía reclama que se le condene a 15 años y medio de cárcel, y al pago de multas que ascienden a 966.000 euros.
Será el juez quien, en última instancia, decida si Villar es inocente o no.