Christopher Daniel Person durante su comparecencia en el Parlament el jueves pasado

Christopher Daniel Person durante su comparecencia en el Parlament el jueves pasado Cedida

Examen a los protagonistas

Christopher Daniel Person

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Christopher Daniel Person (Cervera, 1992) está sufriendo la rabia del nacionalismo en sus propias carnes. El director de la Casa de la Generalitat en Perpignan se negó a referirse al sur de Francia como "Catalunya Nord", motivo por el que Junts, ERC y la CUP se han lanzado contra él pidiendo, incluso, su cese. También lo han hecho sus predecesores en una carta publicada recientemente dirigida a Salvador Illa.

El president tiene sobre la mesa la destitución del joven sociólogo y lingüista, que defendió en la comisión del Parlament su postura contraria al uso institucional de un nomenclator que no pasa de histórico y cultural. Y al que el independentismo recurre para organizar actos de Carles Puigdemont para decir --con trampa-- que el president del referéndum ilegal del 1-O "vuelve a Cataluña". Ello, a pesar de que dicha región pasó bajo dominación francesa con el Tratado de los Pirineos en 1659; hace, nada más y nada menos que cerca de cuatro siglos.

"El Estado francés solo reconoce la denominación 'Pirineos Orientales'. Nosotros desde la delegación, o al menos yo como director general, he de conservar la neutralidad institucional. En un territorio que no es España, por respeto, hemos de respetar la denominación oficial del Estado", dijo, manteniendo la compostura ante la indignación del diputado neoconvergente Agustí Colomines. De hecho, Person es el único que ha preservado las formas en un debate escalado por los de siempre y que, por la cuenta que les trae a los mismos, seguirá trayendo cola.