
Laia Estrada, líder de la CUP EUROPA PRESS
Malos tiempos para la CUP, que se aferra a un clavo ardiendo (la lengua) para sacar la cabeza y frenar una tendencia descendente que tiene visos de ser catastrófica.
En esta situación, la última gran idea que ha salido de la chistera de los chicos de Laia Estrada consiste en examinar de catalán a todos los alumnos que lleguen a cuarto de la ESO, dada la supuesta emergencia que, a juicio de los nacionalistas, sufre este idioma.
Aseguran que la inmersión (monolingüe y obligatoria en catalán) no se está aplicando, y que urge acreditar el nivel de catalán de todos los estudiantes, para que terminen la formación obligatoria con el C1.
Al parecer, las demás materias importan poco o nada; si las juventudes no saben leer ni hacer sumas es lo de menos. Con el mejor nivel de catalán les basta para ir tirando.
Esta es una de las grandes medidas de los cupaires, agitadores del procés, para salvar el cuestionado sistema educativo catalán.