El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, en el acto de inicio de campaña

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, en el acto de inicio de campaña EUROPA PRESS

Examen a los protagonistas

Gabriel Rufián

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El estrepitoso fracaso de Gabriel Rufián como candidato de ERC en su ciudad natal, Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), se ha saldado ahora con su dimisión, apenas un año y medio después de haber logrado el acta de concejal.

El diputado independentista fue el líder de la lista de su partido en 2023 en este municipio obrero del área metropolitana de Barcelona. Se presentó como una estrella, pero lo cierto es que acabó estrellado: sus propios vecinos le dieron la espalda de forma clamorosa.

Rufián ni siquiera llegó al 10% de los votos, tan sólo obtuvo cuatro escaños, y se vio superado nada menos que por tres partidos: Vox, el PP y el PSC, claro ganador con casi un 47% de los sufragios y 17 concejales.

ERC creyó que el tirón mediático y el discurso populista de Rufián le servirían para evitar una nueva debacle electoral -otra más- en Santa Coloma. Algo a lo que, por otra parte, las formaciones secesionistas ya están habituadas, pues eso mismo ocurre en otros barrios y municipios del cinturón rojo barcelonés, donde el independentismo es residual.

Meses después de su derrota, Rufián renuncia ahora a su acta en el consistorio. Aunque, eso sí, seguirá disfrutando de su cargo y sueldo cienmileurista como diputado de ERC en el Congreso, donde trata de autoerigirse y dar la imagen de supuesto referente de la izquierda. A tenor de sus resultados en el bastión progresista de Santa Coloma, está claro que sus propios conciudadanos no lo ven así. Algo que, por otra parte, tampoco sorprende, vista la obra de gobierno de su partido al frente de la Generalitat a lo largo de la pasada década.